Los agricultores de A Limia recogen la menor cosecha de patata de la última década

sindo martínez XINZO / LA VOZ

XINZO DE LIMIA

PILI PROL

Se prevé una reducción de un 40 % hasta los 80 millones de kilos

13 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Campaña de precios altos y de la menor cifra de producción de la última década. Normalmente, la comarca de A Limia tiene ya recogidos a estas alturas del año unos 110 o 120 millones de kilos de patata. En esta ocasión, el mildiu y la demora en la siembra, causada por los anegamientos en las fincas en primavera, provocará que apenas se sobrepasen los 80 millones. Es decir, entre un 30 y un 40% con respecto a un año tipo.

Este cálculo, a falta de confirmación definitiva dentro de algunas semanas, fue adelantado por el responsable del Centro Agrogandeiro del Inorde en Xinzo, Servando Álvarez. «Es difícil hacer una previsión muy exacta, pero no creo que se sobrepasen en mucho los 80 millones», aseguró. Y añadió: «Hay fincas de las variedades agria u otras para fritos, donde la merma con respecto a un año normal es de casi un 50 %. En otras la reducción es de entre un 10 y un 20 %».

La causa es, además de los efectos del mildiu, bastante activo durante los pasados meses en la comarca de A Limia, son los efectos de una siembra tardía y de una recolección que se irá a principios de noviembre en algunas parcelas. «En un año normal, la cosecha está ya muy adelantada a mediados de octubre, y en este caso apenas llevamos un 50 o un 60 % de patata recolectada. La lluvia de estos días retrasará algunas jornadas los trabajos, aunque ello no tiene por qué afectar a la calidad del tubérculo, que es muy buena», aseguró Álvarez.

La comercialización está siendo muy ágil y con altas tasaciones con respecto a años de precios mucho menores, como el año pasado. En el mercado libre -el no sujeto a contratos entre almacenista y agricultor- algunas partidas se están pagando a 26 o 27 céntimos el kilo, el doble que hace doce meses.

«La comercialización va muy bien en las variedades blancas como la Kennebec, la única amparada por el Consello Regulador. Hay que tener en cuenta que en otras zonas productoras, como en Andalucía, la merma de la cosecha y los problemas en almacenaje han sido muy grandes. Hay menor producción global en toda España», reveló Álvarez.

Varios agricultores consultados afirmaron que el calibre del producto y el rendimiento por hectárea han sido notablemente menores que en un año normal. De ahí, ese fuerte descenso en el número de kilos. Lo normal es que esta elevada demanda tire hacia arriba de los precios en los próximos meses y no es descartable que se vean a principios del año entrante niveles cercanos a los 40 céntimos por kilo, una cifra que cuadriplicaría la tasación media del año pasado.