Le hacen un análisis de sangre al día siguiente de un incidente para buscar alcohol o drogas

Al joven B. S. P. le llamaron la atención en el bar de la estación de autobuses de Xinzo de Limia el lunes a primera hora de la tarde. Estaba provocando un buen alboroto cuando llegó una pareja de la Guardia Civil. Le habían pasado voces y algo parecido a un empujón a una de las personas que gestiona ese local. Pero luego la tomó con un menor. Y ahí ya le afearon su proceder. Estaba borracho. «Os voy a matar a todos, payos de mierda», cuentan que dijo. Se enfrentó a los agentes. Y dio una patata a una guardia, que no solo recibió un golpe en una pierna, sino que además, vio como sus gafas de sol acababan rotas en el suelo.

Licor café y cocaína

Tuvo el detenido, de 19 años, muchas horas para dormir y descansar. Pidió, de hecho, que le proporcionaran somníferos.

Pasó ayer a disposición judicial. No recordaba muy bien, o eso dijo, qué había ocurrido. Había bebido, al parecer, una botella de licor café. Y, además, había tomado una raya de cocaína. Estaba muy perjudicado, tanto que aún ayer, después de haber pasado muchas horas sin tomar nada, desde el juzgado de Xinzo salió en dirección a un centro médico de la villa para que le hicieran un análisis de sangre. Los resultados serán incorporados a las diligencias que abrió el juzgado por un presunto delito de atentado. Si aún aparecen vestigios de sus excesos de horas antes, posiblemente encuentre en ello razones para invocar ese consumo como circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal.

El joven protagonista del suceso quedó en libertad una vez que se explicó en el juzgado de Xinzo. Deberá acudir a firmar los días 1 y 15 de cada mes, a la espera de que se complete la instrucción y se celebre juicio.

---

---

---