La previsión de producción de cereal de invierno en A Limia ronda los 40 millones de kilos

sindo martínez VERÍN / LA VOZ

XINZO DE LIMIA

Álvaro Vaquero

La cosecha ourensana supone el 80 % de la cantidad total de estos cultivos en toda Galicia

01 feb 2018 . Actualizado a las 17:17 h.

La tendencia de los últimos años en el denominado granero de Galicia va a más en la actual campaña, que lleva meses en marcha y rematará con el final de la primavera. Los agricultores limianos apuestan cada vez más por el cultivo de trigo y centeno de invierno o ciclo largo, y en menor medida por el tremesino o de período corto.

La pasada campaña fue pésima, con una cosecha machacada por la sequía, por la helada de abril y por una granizada en julio -focalizada en Xunqueira de Ambía y Vilar de Barrio-, que provocó una merma de casi el 70% con respecto a un año normal. En esta, los labradores antelanos han sembrado más de 10.000 hectáreas de cereal de invierno, con una previsión de producción que rondará los 40 millones de kilos.

Desde 2015, el subsector no gana para disgustos en A Limia. Hace tres campañas fueron las altísimas temperaturas y la sequía. Los anegamientos de primavera de 2016 mermaron la cosecha en más de un 60%. El año pasado, la gélida caída de temperaturas de la madrugada del 27 de abril (hasta los 10 grados bajo cero) quemó las plantas y arrasó con cerca del 70% del cereal. Las pérdidas fueron millonarias durante ese trienio.

Una siembra temprana

«Es una tónica ya desde hace algún tiempo. Los labradores optan cada vez más por el cereal de invierno ya que ofrece un rendimiento por hectárea de entre 4.000 y 5.000 kilos, superior al tremesino, que ronda los 2.500. Más de un 70% es ya de cereal de ciclo largo», explicó el responsable de Centro Agrogandeiro del Inorde en Xinzo, Servando Álvarez

En este año, la siembra fue temprana. En algunos casos se sementó ya en octubre. Las plantas crecen correctamente. «Lo ideal sería que se produjeran más precipitaciones en los próximos meses. Afortunadamente a finales de 2017 y principio de 2018 cayó bastante agua. Eso fue bueno para estos cultivos, que se veían amenazados por la sequía del otoño», resumió Álvarez.

Venta

La relevancia del cereal antelano con respecto al de otros puntos de Galicia es que en otras zonas se siembra fundamentalmente para autoconsumo. Por contra, «aquí la mayoría de la producción se comercializa», destacaba Álvarez.

Las tasaciones de trigo rondaron en 2017 los 19 céntimos el kilo, una cifra menor que la de otros años. La recolección del cereal de invierno se llevará a cabo en el mes de julio. La exportación de cereales desde la provincia sigue siendo meramente anecdótica y la comercialización se centra fundamentalmente en España. No sucede así con la patata; pues se venden en el exterior más de 36 millones de kilos.

Cien hectáreas de colza se atisban como alternativa al binomio de trigo y patata

Una de las novedades de la campaña en la principal comarca agrícola gallega es la creciente introducción de la colza, con cerca de un centenar de hectáreas sementadas. Este producto cuenta con grandes ventajas potenciales a medio y largo plazo que pueden ser una alternativa al binomio cereal-tubérculo que predomina en el sector antelano. Su precio un año normal ronda los 35 céntimos el kilo, con una demanda asegurada. Apenas hay plagas que afecten a la planta, que solo se pone en peligro en caso de persistentes anegamientos en las fincas en el estado inicial del desarrollo de la planta.

El rendimiento por hectárea en ciclo largo puede llegar hasta los 4.000 kilos. Las tierras antelanas son perfectamente aptas para esta simiente. Además, no exige una inversión importante en maquinaria, a diferencia de otros casos, como el del tubérculo. «Es un cultivo que también cuenta con ayudas de la PAC. Es una alternativa interesante que ayuda a la rotación y diversificación en las parcelas que puede ser positiva para el agricultor», según Servando Álvarez.