Estado, Xunta y Diputación han implantado herramientas para vigilar el absentismo
09 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Una sentencia que califica de «inaudito» que los empleados del Sergas en Ourense no tengan que fichar ha vuelto a poner de actualidad el debate sobre la necesidad o no de garantizar que los trabajadores públicos cumplen con su jornada laboral. Lo cierto es que la mayor parte de ellos deben hacerlo y, además, las distintas Administraciones han puesto en marcha sistemas electrónicos para controlar la asistencia de sus empleados. También lo han hecho concellos, pero faltan algunos de los más importantes de la provincia.
Todos los trabajadores de la Administración periférica del Estado, incluidos los de la Subdelegación del Gobierno en Ourense, disponen de una tarjeta personal que deben introducir en sus ordenadores al comenzar la jornada laboral. Una vez dentro, hay una aplicación (de nombre Trama) en la que -entre otras operaciones relacionadas con su trabajo, como pedir las vacaciones- se incluye una herramienta que recoge las horas efectivamente cumplidas. Los distintos responsables de personal pueden, de este modo, consultar la información de cada trabajador en cualquier momento.
Un sistema similar lo aplica la Xunta de Galicia con sus trabajadores (en este caso se llama Kronos). Está en funcionamiento en casi todos los servicios de la Administración autonómica en Ourense. En la Diputación optaron por un modelo diferente. Hace unos años cambiaron el viejo sistema -que consistía en firmar en documentos de registro de asistencia- por uno electrónico que exige a los trabajadores identificarse con sus huellas dactilares en una máquina que está en la puerta principal del Pazo Provincial. Un modelo similar es el que el Concello de Ourense tiene en el pabellón de Os Remedios. En breve se implantará para el resto de los trabajadores municipales. Los principales grupos políticos llegaron recientemente a un acuerdo para ello y los pliegos para la contratación del sistema están ahora mismo en fase de fiscalización.
El Concello ourensano se unirá de este modo a otros de la provincia, como el de O Carballiño o el de Xinzo de Limia. Sin embargo, aún hay ayuntamientos que no disponen de estos sistemas para controlar a sus trabajadores, como O Barco y Verín.
«No fichan porque más o menos cumplen», dice el alcalde de O Barco
Los alcaldes de los concellos en los que no existe un sistema electrónico para fichar explican que no lo ven necesario. El de O Barco, Alfredo García, dice que en el pasado sí pusieron en marcha uno, pero que decidieron abandonarlo. «No fichan porque más o menos cumplen. Los trabajadores entran a la hora, en ese margen que tienen, y o salen a la hora o en algún departamento incluso salen más tarde», asegura García. ¿Una cuestión de confianza? «No es un problema de confianza o no, es que cumplen y no hay mayores quejas», contesta. En similares términos se manifestó el teniente de alcalde de Verín, Diego Lourenzo: «Salvo contadas excepcións, como as hai en calquera sitio, todo o mundo cumpre co seu horario».
No lo ven igual en otros ayuntamientos. En Xinzo de Limia hace unos cuatro años que compraron una máquina de fichar. En este caso va por la huella digital, así que los 160 empleados públicos que tiene el concello deben poner el dedo en la máquina cada vez que entran o salen de su puesto de trabajo. No funciona estos días por una avería, y mientras no rematan de repararla, los trabajadores deben firmar en unas fichas que están en registro, en la planta baja del edificio municipal. «Temos a máquina para ter un control, para saber a que hora entra e sae a xente», señala el alcalde, Antonio Pérez, que asegura que, no obstante, en general la gente cumple con su horario: «Sempre hai algunha excepción, porque aquí hai 160 persoas traballando e son moita xente».
Información elaborada por Miguel Ascón, María Cobas y Xosé Manuel Rodríguez