La falta de agua permite caminar un kilómetro por el cauce del Limia

SINDO MARTÍNEZ OURENSE

XINZO DE LIMIA

Santi M. Amil

La escasez afecta también a extensos tramos del Támega a su paso por Verín

19 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La escasez de caudal en el río Limia ya entrado el otoño ha hecho encender todas las alarmas para el ecosistema local. En varios tramos de centenares de metros -sobre todo en el casco urbano de Xinzo- no hay una gota de agua en el lecho fluvial. Es una situación habitual a mediados de agosto, pero no avanzado el mes de octubre. El panorama es lamentable en las inmediaciones de O Toural, donde es posible caminar sin problemas por el centro del cauce a lo largo de un kilómetro, entre los puentes sobre la OU-304 y la OU-1112.

La prolongada sequía está ya poniendo en riesgo la pervivencia de especies como es el espinoso, un singular pez, antaño abundante en la comarca y cuya continuidad está ahora amenazada. Esa sombra se cierne también sobre otros animales, como el sapo de espuelas. Sucede lo mismo con otros como el escalo o la boga.

El doctor en biología y presidente de la Sociedad Galega de Historia Natural, Serafín González, destacó que el estado actual del Limia es dramático. «El impacto de la escasez de caudal ecológico sobre los peces, los anfibios o la avifauna acuática es enorme. La falta de agua amenaza ya muy seriamente a la vida de varias especies y a ese ecosistema en su conjunto», señaló. Y añadió: «Existe una sobreexplotación tremenda del acuífero del Limia que contribuye a dejarlo seco. La Confederación Hidrográfica no toma medidas para atajar esta coyuntura. Un día de cada cuatro al año no existe el caudal mínimo en el río», destacó. «El problema es que esta es una situación acentuada estos meses pero que se repite todos los años en el Limia desde hace casi dos décadas. La diferencia es que en 2017, la coyuntura es mucho peor por la falta de lluvia», sentenció.

A la escasez de precipitaciones se le han unido esta temporada las elevadas temperaturas. La situación no solo afecta al Limia, sino a sus afluentes: el Faramontaos, el Nocelo o el Bidueiro. En estos regatos, hay también amplias zonas sin una mínima lámina de agua.

La situación es parecida, aunque no tan acentuada en otro importante río ourensano a su paso por otra cabecera de comarca: Verín. Allí, el Támega va seco en zonas como Tintores o Vilela. El alcalde, Gerardo Seoane, mostró su preocupación. «Esperamos que vaya habiendo caudal con la llegada de la lluvia», expuso. El regidor adelantó que la Confederación Hidrográfica del Duero está acometiendo las labores de limpieza del lecho fluvial en Tintores, con la eliminación de represas de hormigón -habilitadas para crear zonas de baño en verano- a fin de favorecer la circulación de caudal.

Parlamento

Por otro lado, la diputada ourensana del BNG, Noa Presas, reclamó ayer en el Parlamento gallego que la Xunta ponga en marcha ayudas urgentes para paliar los daños de la sequía en la provincia de Ourense.

Embalses como el de Albarellos o As Conchas están por debajo del 30 % de su capacidad

Es evidente que la llegada del huracán Ofelia, convertido en tormenta, ha sido casi imperceptible en la provincia de Ourense. Desde el lunes hasta ayer por la tarde cayeron de media en toda la provincia entre 5 y 10 litros de agua por metro cuadrado. Una cantidad mínima que ha servido, y no demasiado, para calmar los incendios de la provincia. Con la alerta por sequía todavía vigente en la demarcación de la cuenca Miño-Sil, el caudal en la mayor parte de los ríos ourensanos es preocupantemente bajo. La peor parte se la lleva el Limia en Ponteliñares, pero no menos inquietante es la situación del Miño en la capital ourensana o el Arnoia a su paso por el municipio del mismo nombre. Los embalses han caído al 40 % de su caudal máximo, ya que muchos de ellos han desaguado para respetar el caudal ecológico. Pero no deja de sorprender que el de Albarellos (Avia, en Boborás) solo tenga almacenada el 28 % de su capacidad máxima, el de As Conchas (Limia, en Lobeira), el 29 % y el de O Bao (Bibei, en O Bolo) el 35 %. Las presas que hay a lo largo del Miño son las que más agua retienen: caso de Frieira (Padrenda), Castrelo de Miño, Velle y Os Peares.

La buena noticia es que se prevé que en los próximos días las precipitaciones sean generalizadas en toda la provincia, al menos hasta el viernes. El agua sigue garantizada en aquellas zonas que se surten del abastecimiento municipal, sin embargo las parroquias que utilizan manantiales pueden tener algún problema. La falta de agua se ha agravado en algunas zonas, ya que se ha utilizado contra los incendios.