Los vecinos de Xinzo de Limia se vuelcan para sufragar los gastos del cuidado de un niño de 10 años con una enfermedad neurológica incurable
10 may 2015 . Actualizado a las 09:55 h.Dios escribe recto pero a veces en renglones torcidos. En ocasiones ese aserto se plasma en carne humana, en mirada de niño. Es el caso de Cristian Castro Feijoo. La providencia no fue generosa con él. Cristian, de diez años, de San Pedro de Laroá (Xinzo de Limia) nació con una rara enfermedad cuyas causas -tal vez genéticas- aún hoy no han sido precisadas. Los tratados médicos la denominan agenesia del lóbulo temporal y del cuerpo calloso, es decir, una parte importante de su cerebro no se ha desarrollado.
La traducción del término a la dura realidad cotidiana es que el niño tiene el desarrollo intelectual y cognitivo de un bebé, aunque puede caminar. Esa verdad diaria se hace mucho más dolorosa cuando se tiene la certeza de que su mal no tiene cura. El pequeño no habla y apenas se comunica. Es epiléptico, autista, asmático, hiperactivo, tiene alergia a once elementos (como polen o ácaros), y su hiperacusia (aumento exagerado de la percepción sonora) le provoca un gran estrés que le lleva a autolesionarse.
La salud de Cristian es tremendamente frágil y su rutina semanal se centra ahora en asistir a un centro especial en Ourense. Allí recibe estimulación neurológica para intentar ayudarle con diferentes clases de terapia que mejoren su calidad de vida, desde logopedia a terapia ocupacional. Los objetivos de este tratamiento son conseguir que el menor pueda tener un mínimo grado de autonomía, para lograr que pueda mejorar su nivel de comunicación, comer solo o no tener que llevar un pañal. Por fortuna, muy lentamente, alguno de esos avances ya se están produciendo.
Su madre, Lidia Feijoo, resume su rutina con «cada día es una preocupación». Recupera de la memoria que «durante años el niño dormía un par de horas y las otras 22, no. Ahora, gracias a la terapia, hemos ido corrigiendo eso. Son pequeños logros que nos hacen mantener la ilusión».
En todo el vía crucis pasado por la familia en la última década se han incluido esperanzas, decepciones y también retrasos y quejas hacia el trato de la administración. Lidia recuerda que «Cristian está catalogado como gran dependiente, pero pese a ello, la Xunta no sufraga ningún porcentaje del tratamiento específico que recibe. Nos dicen que con la ayuda que nos dan ahora para el cuidado del niño por la Ley de Dependencia (200 euros) se cumplen los parámetros de la normativa».
Otra preocupación adicional inquieta a los padres del pequeño. La incógnita sobre el origen de la enfermedad. «Algunos especialistas consideran que puede ser un factor genético, hemos pedido durante años ese análisis genético para verificar esa posibilidad y hasta ahora no ha sido posible. Hay que tener en cuenta que Cristian tiene una hermana, Noa, de cinco años, que está totalmente sana, pero que el día de mañana puede ser madre y es muy importante para nosotros conocer si nuestros nietos podrían tener problemas similares a los de nuestro hijo», resalta Lidia Feijoo.
El gran coste de las terapias hizo que la familia decidiese pedir ayuda a sus vecinos. Y no pueden estar más agradecidos con la respuesta obtenida hasta ahora de toda la sociedad limiana. «Hemos recibido muchísima ayuda del grupo Fusión y de muchos particulares, Ayuntamiento, empresas... No podemos hacer más que dar las gracias», sostiene la madre del pequeño.
Catalogado como gran dependiente, solo recibe 200 euros de ayuda mensual
El niño tiene terapia durante toda la semana en un centro en Ourense
El 13 de junio habrá una gran gala solidaria para recaudar fondos
Los problemas de la familia comenzaron a agravarse hace un año. La enorme sangría de dinero necesaria para que Cristian tuviese en un centro especializado de Santiago los mejores cuidados posibles, alquiler de piso incluido -cerca de 3.500 euros mensuales en total-, ya fue inasumible para una familia humilde. En poco más de un año se evaporaron 58.000 euros.
La familia es consciente de que la terapia que el niño recibe, ahora en un centro ourensano, deberá prolongarse durante mucho tiempo, y que los gastos van a seguir siendo ingentes. Sus padres decidieron hace meses que había que pedir ayuda; y el pueblo de Xinzo respondió de inmediato. Según la madre, «meditamos mucho pedir colaboración porque al principio pensamos que no debíamos involucrar a nadie en nuestro problema, pero decidimos que merece la pena que el niño reciba esos tratamientos y vaya dando esos pasos hacia adelante». No se arrepiente. Destaca que «esos avances son una enorme ilusión para nosotros».
La solidaridad llega desde todos los ángulos de la sociedad y desde todos los puntos de la comarca. Vecinos, amigos de la familia y el propio Concello de Xinzo se están volcando. La primera actividad fue una cena para recaudar fondos. La apertura de una cuenta corriente en Caixa Rural y de una página en Facebook denominada «Todos con Cristian», que cuenta con casi tres mil seguidores, fueron los siguientes pasos. El próximo jalón será una gala solidaria a la que se espera que acuda la flor y nata de la cultura, la música y el arte limianos. Será el 13 de junio (20.00 horas) en la praza Carlos Casares. Veinte empresas ya han comprometido su apoyo financiero. Sorteo de camisetas firmadas por deportistas afamados, dedicatorias de grupos como Medina Azahara y otras sorpresas buscarán ayudar al menor.