La mentalidad de quienes llegan desde la ciudad sigue siendo urbanita
11 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El acceso a una vivienda, asequible y confortable, es complicado para quienes desean instalarse en el medio rural. Aunque en cualquier pueblo ourensano se ven demasiadas casas abandonadas, algunas en ruinas e inhabitables y otras en no tan mal estado, los estándares de comodidad que nos hemos puesto en los hogares: calefacción, conexión a internet de alta velocidad, vistas y un terreno adyacente, por ejemplo, implican rechazar de plano muchas de las ofertas de viviendas que puede haber disponibles. En Ourense necesitamos recuperar población y parece que estamos abiertos a que venga gente de otras provincias y de la ciudades a instalarse en el rural. Sin embargo, el problema de la identificación de los propietarios, a veces múltiples, las trabas burocráticas y la inversión económica que se necesita hacer para arreglar una vieja casa en condiciones son barreras que limitan las incorporaciones de nuevos vecinos. Por otro lado, la mentalidad de quienes llegan desde la ciudad sigue siendo urbanita. Quieren los servicios o el acceso a las posibilidades que hay en las poblaciones de mayor tamaño viviendo en una aldea y ello no siempre es posible. Bienvenidos los que traen también ideas de negocio y ojalá tengan suerte y consigan desarrollar proyectos de vida y de trabajo que tengan continuidad en los pueblos, como algunos ganaderos que se han instalado en Vilariño de Conso. Con ellos, y con los vecinos de siempre, se puede construir una nueva ruralidad, uniendo los valores tradicionales de los pueblos ourensanos transmitidos por los pobladores locales con una forma de vida moderna.