El albergue y centro ambiental de As Corcerizas cierra por falta de fondos

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

VILAR DE BARRIO

cedida

La entidad que gestionaba las instalaciones las ha devuelto a la Diputación

27 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Centro de Educación Ambiental As Corcerizas, en el municipio de Vilar de Barrio, en plena Serra de San Mamede, era una referencia internacional en su ámbito. Ahora mismo las instalaciones están cerradas. Ya no funciona el albergue juvenil ni se organizan actividades y cursos para la promoción de la protección del medio ambiente. La Diputación tenía la gestión del centro cedida a la asociación ecologista Amigos da Terra hasta el año 2022, pero el contrato se rompió el pasado mes de julio. Después de dar un tiempo a la entidad para dejar libres las instalaciones, Amigos da Terra solicitó un aplazamiento, pero el presidente provincial, José Manuel Baltar, se lo denegó el pasado mes de agosto, de modo que el colectivo ecologista tuvo que agilizar el desalojo.

Concluye, de este modo, un proyecto que arrancó en el año 2002 con el objetivo de poner en marcha un centro de educación ambiental que recibiese a jóvenes de todo el mundo en un entorno basado en la eficiencia energética y el uso exclusivo de energías renovables, la bioconstrucción, biodepuración de las aguas, compostaje, alimentación ecológica y local, así como la defensa y revalorización del entorno natural y rural. «Ahora ese proyecto llega a su fin», anuncia Amigos da Terra a través de su página web.

El motivo es, básicamente, económico. «Durante el año pasado, tras un análisis detallado de los costes de mantenimiento y personal, llegamos a la conclusión de que Amigos de la Terra no podía hacerse cargo de todo como hasta ahora», explica el comunicado de la asociación, que precisa que pidieron al gobierno provincial que la Diputación asumiese parte de los costes. No hubo éxito, de modo que la entidad decidió dejar de ofrecer el servicio del albergue y otras actividades abiertas al público, «quedando restringido el uso de As Corcerizas al desarrollo de eventos propios de nuestro colectivo», dice el texto. Dadas las circunstancias, la Diputación decidió recuperar las instalaciones.

«A lo largo de estos quince años, muchas personas socias, técnicas, voluntarias, amigas, aportaron sus conocimientos, trabajo e ilusión para que el equipamiento se constituyera en un referente y un ejemplo capaz de liderar y demostrar un nuevo modelo de desarrollo basado en criterios de sostenibilidad, a través de alternativas prácticas que habían minimizado nuestro impacto ambiental y social y que habían podido ser fácilmente incorporadas en el día a día», dice el mensaje de despedida de Amigos da Terra.

«Custounos moitísimo tomar esta decisión», dice el presidente de la asociación Amigos da Terra

«Desde hai dous anos para nós economicamente viña sendo un esforzo moi importante», explica Víctor Barro, presidente de la asociación Amigos da Terra, que hasta hace unas semanas gestionaba el Centro de Educación Ambiental As Corcerizas. La entidad, que en los últimos años ha reorientado su actividad hacia nuevas luchas como la movilidad o la gestión de residuos, se dirigió a la Diputación ourensana con un plan de viabilidad que garantizaba la continuidad del servicio siempre y cuando la institución provincial aportase financiación. «Non soubemos facer entender á Administración que debía seguir apostando por esta liña», dice Víctor Barro, que espera que la Diputación mantenga el espíritu ecologista con el que nació el centro de educación ambiental en el año 2002.

«Custounos moitísimo tomar esta decisión e intentamos retrasalo o máximo posible», afirma el presidente de Amigos da Terra sobre el cierre. Barro cree que As Corcerizas llegó a convertirse en un referente internacional en su ámbito. «Agardamos que siga coa mesma orientación no futuro», concluye.