Vilar de Santos rinde homenaje a un párroco pionero

VILAR DE BARRIO

Miguel Fernández fue impulsor de movimientos cooperativos y sociales

30 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«Fun a levarlle un libriño as monxas, e díxenlle: teñan coidado co que pon. Do que lean resténlle o noventa por cento ao que dí en gabanza, e o 10% restante aínda o poden peneirar un pouco». Así resumía Miguel Fernández Grande, el párroco de Parada de Outeiro, en Vilar de Santos, su sentimiento tras el homenaje que recibió de sus vecinos y que incluyó un libro en el que se resume su trayectoria desde que se ordenó sacerdote hace medio siglo.

«Síntome agradecido, e estou orgulloso dos meus parroquianos, pero esto foi algo esaxerado», señalaba el protagonista tras hora y media escuchando el relato de sus «hazañas».

Porque, tal y como recordaron los que pasaron por el atril de la iglesia -abarrotada por cierto de vecinos de los catorce pueblos que integran las parroquias de Parada y Coedo- Miguel Fernández ha sido un cura bastante singular y adelantado a su tiempo que no se conformó con alimentar el espíritu de sus fieles.

Promovió cooperativas de producción, de distribución y de consumo, fue uno de los impulsores del sindicato Saga y también de las primeras tractoradas de Galicia en la época predemocrática. Pero también hizo experiencias de cultivos novedosos en la zona y organizó actividades culturales y formativas y fue pionero en ofrecer los oficios religiosos en gallego.

Todos estos y muchos otros méritos están resumidos en el libro Miguel, un cura grande en Parada de Outeiro , en el que hay colaboraciones de firmas conocidas como Torres Queiruga, Delfín Caseiro, Luis García Mañá, Enrique Bande, Luis Álvarez Pousa, Xosé Antón Jardón o Anxo Vázquez Pernas, entre otros.

Algunos estuvieron ayer presentes físicamente en el acto, otros, como Antón Pulido no pudieron hacerlo. Eso sí, Pulido envió un retrato del párroco que le fue entregado por Bieito Ledo, el editor de Ir Indo que publicó también el libro del homenaje. El párroco también recibió de manos del alcalde, Xan Jardón, el diploma de su nombramiento como hijo adoptivo del municipio de Vilar de Santos -ya que Miguel Fernández es en realidad natural de Vilar de Barrio- acordado por unanimidad en el pleno del pasado día 27.