Encuentran muerta en su casa de Vilamartín de Valdeorras a una vecina que había perdido a su marido hacía una semana

La de este jueves ha sido una jornada especialmente dura para los equipos de emergencias de la comarca de Valdeorras. Al filo del mediodía fueron movilizados para acudir a un edificio de viviendas en la calle Andrés de Prada de O Barco. Los vecinos habían dado la voz de alarma ante el fuerte olor que desprendía uno de los pisos, cuyo ocupante vivía solo y del que no sabían nada desde hacía días. De hecho, y según contaron, no sabían nada de él desde el lunes, cuando lo vio otra residente en el inmueble. El hombre había protagonizado una alerta sanitaria ya el pasado sábado, cuando se encontró mal en pleno casco urbano de la capital valdeorresa. Aunque inicialmente se resistió a ir al hospital, los viandantes lo convencieron y una ambulancia lo trasladó al centro sanitario. Se desconoce cuándo regresó a su hogar, pero el lunes estaba en el edificio. Nada más se supo hasta que el olor que desprendía la vivienda hizo sospechar al resto de residentes y llamaron este jueves a emergencias. Al lugar se trasladaron los miembros del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) Valdeorras, los bomberos del parque comarcal (que forzaron la puerta para acceder a la vivienda), agentes de la Policía Local de O Barco y de la Guardia Civil. Nada más entrar, según cuentan los testigos, el olor se intensificó y pocas dudas había de que lo que se encontrarían era el cuerpo sin vida del único habitante de la morada.

Apenas habían tenido tiempo de regresar a sus bases, cuando de nuevo se activaron las alertas en el GES de Valdeorras, la base de ambulancias del 061 y el parque de bomberos comarcal ubicado en A Rúa. En este caso el aviso llegaba desde Vilamartín de Valdeorras. Una asistente social reclamaba ayuda porque no conseguía que una vecina le abriese la puerta.  Ambos vivían solos en su casa de este municipio y una enfermedad del varón los había llevado a aislarse sin apenas relación con el exterior.  En este caso los primeros en llegar al lugar, tras la ambulancia del 061, fueron los miembros del GES que, después de hablar con la asistente supieron que la mujer solía dejar un poco abierta una ventana de la vivienda. Con la ayuda de una escalera accedieron al inmueble y al pasar junto al dormitorio para abrir la puerta vieron ya el cuerpo sin vida de la mujer sobre la cama. Se desconocen las causas del fallecimiento de esta vecina que, en este caso, no parece haber ocurrido hace tantos días como en el del varón de O Barco.  

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