Alumnos y arqueólogos ya trabajan en el yacimiento ourensano de Valencia do Sil

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

VILAMARTÍN DE VALDEORRAS

El grupo Sputnik Labrego lidera a los estudiantes del máster de la USC

08 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hacen falta unos quince minutos de camino para llegar al yacimiento tardorromano de Valencia do Sil, en Vilamartín de Valdeorras, desde la fuente del pueblo. Un cuarto de hora de cuestas pronunciadísimas para subir una montaña hasta prácticamente su cima. Allí, en lo alto, se asentaron los romanos en los siglos IV y V después de Cristo. Y allí trabajan desde este lunes los arqueólogos del grupo Sputnik Labrego, acompañados en esta ocasión por ocho alumnos del Máster de Arqueoloxía de la Universidad de Santiago de Compostela. Durante tres semanas de excavación, los jóvenes realizarán las prácticas de formación en el yacimiento, que incluirán no solo el trabajo arqueológico sino la visita a distintos enclaves de la comarca de Valdeorras.

Los primeros trabajos en la zona los llevó a cabo un grupo valdeorrés de aficionados a la arqueología, Os Escarbadores, en los años 60 y 70. Luego, en el 2017, el equipo gallego Sputnik Labrego planteó una serie de prospecciones en toda la comarca valdeorresa, con las que pretendían desenterrar yacimientos en los que hubiese materiales relacionados con la fase final del Imperio Romano.

El proyecto concreto en Valencia do Sil comenzó en el 2019 con una limpieza de la zona en profundidad, capitaneada por el arqueólogo de Vilamartín Santiago Ferrer. En el 2020, el equipo de Sputnik se encargó de iniciar el sondeo del terreno con el apoyo de alumnos del máster de la Universidad de Santiago y este año lo que están haciendo es continuarlo. «Co convenio ca Xunta conseguimos pór en marcha unha escola para formar ás novas xeracións, igual que Os Escarbadores formaron no seu tempo aos primeiros arqueólogos da comarca», dice Celtia Rodríguez, codirectora del proyecto junto a Carlos Tejerizo. Entre eses alumnos están Fátima Rodríguez, de Betanzos, y Mario Ramos, de Granada. «Opciones como esta son una gran oportunidad para conocer el trabajo de campo de nuestra carrera, después de toda la teoría. Me parece muy interesante y aunque es un trabajo sacrificado lo cierto es que estoy emocionada», dice Fátima. Cuando se lo propusieron, Mario no lo dudó: «Me gustaría especializarme en la época tardorromana así que estoy muy contento de estar aquí. El yacimiento se plantea muy interesante y ojalá logremos sacar muchas conclusiones».

El fin último de la excavación, que continuará el año que viene, es consolidar el lugar y convertirlo en una zona visitable, que hable de la historia del municipio. «Imos analizando os distintos estratos da terra para comprobar os procesos de abandono deste lugar e así coñecer máis de quen viviu aquí e como», dice Celtia.

El equipo tiene evidencias de que por los yacimientos de Valencia do Sil pasaron hasta tres generaciones, aunque en los trabajos del 2020 encontraron parte de un muro que no concuerda con las demás estructuras y que les hace pensar en una posible fase anterior, un asentamiento entre los siglos I y II. Todavía lo están analizando.

El terreno está dividido en dos sectores. Uno es el doméstico y el otro todavía no está claro: podría ser una estancia productiva, ya que en él han aparecido numerosos restos de metales y minerales. Sobre ello esperan profundizar en estas semanas de trabajo.