La aparición de cerámica data el castro de Valencia do Sil en el año 400

La Voz OURENSE

VILAMARTÍN DE VALDEORRAS

CEDIDA

Sputnik Labrego está excavando en Vilamartín de Valdeorras

31 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En los años 60 el grupo de aficionados a la arqueología Os Escarvadores sacó a la luz el conocido como castro de Valencia do Sil, en Vilamartín de Valdeorras. Un lugar del que se vislumbraba que podía ser interesante y del que ahora se sabe mucho más. El pasado verano estuvo trabajando en él durante una semana el arqueólogo Santiago Ferrer, ayudado por varios voluntarios; y esta semana sigue excavando el equipo de Sputnik Labrego, en colaboración con Estela Arqueoloxía. Y el trabajo de unos y otros ya ha dado resultados.

Se excavó lo que se piensa que es una casa de grandes dimensiones, cuya característica singular es que estaba recubierta de estuco y argamasa. Y en ella han aparecido fragmentos de cerámica de época tardorromana. «Esta cerámica no solo determina que la cronología de ocupación de la casa debió de rondar el año 400, sino también que el asentamiento estaba bien conectado con las redes de abastecimiento de la zona. Redes vinculadas a las vías romanas, pero también al río Sil», dice Celtia Rodríguez, co-directora de la intervención.

Vivenda en Cameixa

En el municipio de Boborás se está desarrollando la segunda campaña de excavaciones promovida por el Concello y la Consellería de Cultura e Turismo. Los arqueólogos trabajan en el castro de Cameixa desde el día 11 y se ha recuperado una construcción que ya había sido una de las que centraron los trabajos desarrollados en los años 40 del pasado siglo por Xaquín Lorenzo y Florentino Cuevillas. Se trata de una vivienda circular de tipo castrexo a la que en época posterior se le superpuso una cuadrangular con esquinas redondeadas. En los trabajos de la pasada temporada y la actual, dirigidos por el arqueólogo Jorge Lamas, se han encontrado numerosas piezas de cerámica trabajada, así como elementos de adornos de la vestimenta de mujeres, seis metros de muralla y la base de unas viviendas más primitivas elaboradas con «pallabarro», material que desapareció.