El líder de UGT Valdeorras pide multas de 200 euros a tres exempleados de Cavima

María Cobas Vázquez
María Cobas O BARCO

VILAMARTÍN DE VALDEORRAS

LOLITA VÁZQUEZ

José Paradelo les denunció por insultarle en su despacho y en una concentración en el vial de San Vicente

15 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

No importa el contexto, si había declaraciones previas en las que el líder del UGT en Valdeorras pedía el cierre de la cantera o si ese día hubo una manifestación con insultos cruzados entre trabajadores de varias canteras y los vecinos del pueblo de San Vicente, afectados por el corte del vial tras decretar la Xunta la suspensión de la actividad minera. Lo que se juzgaba ayer (tal y como recordó la jueza en varias ocasiones) era si tres extrabajadores de la pizarrera Cavima de Vilamartín de Valdeorras insultaron al líder sindical José Paradelo, que denunció los hechos.

Por esta situación de un sindicalista denunciando a trabajadores, este fue recibido a las puertas del juzgado por varios integrantes de la CIG que portaban una pancarta reclamando «sindicalismo e non esquirolismo».

Ya dentro de la sala de vistas, Paradelo recordó que los problemas con el primero de los denunciados se había producido en su despacho. Que hasta allí había ido el encargado de la pizarrera acompañado de un tercero que en el momento de salir le habría dicho «que ya nos encontraríamos en la calle y que me guardara de andar por ahí solo», según declaró este. Tiempo después (entre unos días y dos meses; nadie supo concretar con exactitud este detalle) se produjo la trifulca en la entrada del pueblo donde está la cantera (ahora sin actividad). Allí, en un ambiente tenso (según la declaración de implicados y testigos) fue cuando los otros dos denunciados llamaron «hijo de puta, cabrón y ladrón» a Paradelo, según su propio relato. Explicó que él mismo había preguntado a la Guardia Civil (había un amplio dispositivo policial para evitar altercados) «si no actuaban» (en referencia a insultarle) y que «después vi que había» agentes tomando los datos a los denunciados.

Su testimonio fue pulido por el capitán de la Guardia Civil en la zona, que acudió como testigo. Dijo recordar que los denunciados habían llamado a Paradelo «sinvergüenza y ladrón»; pero añadió que si los habían identificado era porque se lo había pedido el líder sindical.

Los tres acusados negaron amenazas e insultos. El primero aseguró que «me dijo que él podía andar muy tranquilo, y yo le dije que no debería tanto, porque no es normal que un sindicalista vaya contra nosotros», pero negando tono de amenaza para apelar al fondo moral asociado al cargo. Los otros dos exempleados de la pizarrera negaron haber insultado a Paradelo. Uno aseguró que únicamente le había dicho que «tenía poca vergüenza», mientras que otro defendió que ni siquiera había hablado.

El caso quedó visto para sentencia. La abogada de Paradelo pidió 200 euros de multa para cada uno; mientras que el letrado de la defensa solicitó la libre absolución.