Suenan campanas de boda en Vilamarín

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

VILAMARÍN

La escuela ourensana organizó un simulacro de enlace en el que alumnos de hasta seis ciclos participaron para que todo saliese perfecto

11 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En febrero, la Escuela de Vilamarín reabrió su aula restaurante, que llevaba cerrada desde el inicio de la pandemia. Y el aforo para todas las comidas previstas se completó. «Es una práctica inmejorable para los alumnos que se enfrentan a un servicio real», explica Juan Pose, vicedirector de Vilamarín. Ahora, en la escuela ourensana han ido un paso más allá y han querido que sus estudiantes aprendan a lo grande. Por eso han montado una boda. «El evento busca generar la coordinación de los distintos servicios de la escuela. Hemos intentado que la mayoría de modalidades estén implicadas y participen en esta nueva actividad del centro, porque eso les acerca a la realidad del mundo profesional», afirma el también profesor. Hasta seis ciclos formativos participaron en el enlace que acogió la escuela este jueves.

Todo estaba previsto. Los alumnos de Cocina se encargaron de elaborar un sofisticado menú que contó con cuatro pases: una ensalada de perdiz escabechada con granada y vinagreta de miel, unas vieiras con zumo de coral, un bacalao confitado con texturas de tomate y hummus y una terrina de lechón con chutney de calabaza, crema de guisantes y espárragos trigueros. El postre, la tarta nupcial, fue obra de los estudiantes de Panadería y Confitería, que también se encargaron de la amplia variedad de panes y tostas. Se lucieron con una creación dulce a base de bizcocho borracho de licor de fruta de la pasión con espumas de mango y de frutos rojos, que terminaba con un crujiente de pistachos.

Los novios brindaron con champán
Los novios brindaron con champán Santi M. Amil

Este divertido y romántico simulacro de boda arrancó con una pequeña ceremonia en la que, por supuesto, no faltaron los novios, que eran dos alumnos de Vilamarín. Y es que estaban pensados todos los detalles. «Vinieron los chicos que estudian Estética y Peluquería en el 12 de Octubre a peinarlos y maquillarlos», comenta la profesora Gloria Marino, profesora del ciclo de Dirección de Servicios y coordinadora de la boda. Ella tuvo la idea de llevar a cabo este enlace. «Estoy muy satisfecha porque los alumnos participaron en la iniciativa con muchísima ilusión», confiesa. La decoración floral de la cita, tanto la de la ceremonia como la de los centros que había en las mesas del comedor, fue obra de los alumnos de Jardinería de Vilamarín. «Contaron con la ayuda de la empresa de O Carballiño Rita Soto. Los profesionales les dieron una formación especializada en arte floral», comenta Gloria. Después del «sí, quiero» y antes de degustar los platos de la minuta, llegaron los aperitivos, también realizados por los alumnos de Cocina. Hubo mejillones en vinagreta, croquetas de pulpo, piruletas de solomillo con beicon y empanada de maíz de berberechos, entre muchos otros. Los cuarenta falsos invitados de este peculiar enlace, que pagaron 18 euros cada uno, disfrutaron de una degustación de propuestas elaboradas con productos de cercanía y estuvieron perfectamente atendidos por los estudiantes de Servicios. «La verdad es que las reservas se llenaron rapidísimo porque es una actividad interesante tanto para los alumnos como para los comensales. Todos sabemos que el menú medio de una boda parte de los 100 euros, pero aquí solo se paga lo necesario para cubrir gastos», dice Gloria.

Los jóvenes de Gestión de Alojamiento también tuvieron su participación en el enlace. Los estudiantes de este ciclo de Vilamarín se encargaron de la elaboración de la cartelería y del protocolo de las mesas y de la organización. Ellos fueron quienes recibieron a los invitados en los jardines de la escuela y además hicieron jabones artesanales que cada uno de los asistentes se llevó a modo de recuerdo de la boda. ¿Y la próxima? Para el año que viene.