Royalty es el nombre de la colección ganadora. «Está inspirada na realeza, que é un tema que me encanta, tanto de España como de Francia, para meter as raíñas máis dramáticas de todas», explica. Y añade: «Quería facer roupa transxénero, lanzar a idea de que un home pode ir vestido con roupa de muller. E precisamente pechei o desfile cun modelo que levaba un vestido de muller. A mensaxe que quería lanzar é que todo o mundo pode ser unha raíña».
La colección está formada por un total de 4 diseños, que suman alrededor de quince piezas. Son vestidos, faldas, tops, pantalones... Todo marcado por el dorado, que es el color predominante. Tanto es así, que Álvarez incluso llegó a teñir el encaje (la organización da 300 euros para comprar el material, aunque el vianés tuvo que aportar algo más para hacerse con todo el que quería). No fue fácil, reconoce. «Da moito traballo, porque é moi fastidiado que colla color o encaixe; pero apetecíame saír do habitual branco ou negro», señala. Usó el encaje para los bordes de la ropa, para acabar el diseño. «Eu quería un deseño no que se vira que, se quitas o encaixe, a roupa perde valor», dice. Y es por eso que use encaje en blusas, baldas, velos e incluso en una corona que luce en la cabeza una de esas reinas que subió a la pasarela.