Circuló borracha en sentido contrario a lo largo de catorce kilómetros por la A-52

La Voz OURENSE

VERÍN

Imagen de archivo de la autovia A-52 en la comarca de Verín
Imagen de archivo de la autovia A-52 en la comarca de Verín Santi M. Amil

La conductora, «totalmente desorientada», confesó a los agentes que no recordaba el lugar por el que había accedido a la vía rápida

19 feb 2024 . Actualizado a las 14:41 h.

Ni sabía que estaba circulando por el carril contrario ni tampoco recordaba el lugar por el que accedió a la autovía. En estas lamentables condiciones se encontraba una conductora que, en la madrugada de este lunes, fue interceptada por agentes de la Guardia Civil en las inmediaciones de Verín tras haber circulado 14 kilómetros en sentido contrario. Minutos antes en la central de comunicaciones del instituto armado se había recibido una alerta procedente del 112 Galicia, en la que se les informaba de la peligrosa presencia del vehículo en la carretera. Cuando los uniformados lograron darle el alto al turismo, descubrieron que lo pilotaba una conductora que quintuplicó la tasa legal de alcohol.

El incidente tuvo lugar minutos después de las dos de la madrugada. En la llamada de aviso a la central de emergencias de Galicia se informaba de que un coche circulaba en sentido Ourense por los carriles reservados para los que viajan hacia Benavente, por lo que enseguida se puso en marcha un protocolo para interceptar al turismo. A esa hora había poco tráfico en la vía rápida, lo que sin duda tuvo mucho que ver en que el incidente no terminara en desgracia.

El coche había sido avistado cerca de Riós, por lo que los agentes recorrieron ese tramo hasta localizarlo, ya en las inmediaciones de Verín. Estaba cerca de la salida de ese municipio cuando pudieron cortarle el paso, después de varios intentos. En cuanto vieron a la conductora, los funcionarios del instituto armado ya se percataron de que se encontraba «totalmente desorientada» y sospecharon de una ingesta previa de alcohol.

Así, la mujer les confesó que no se había percatado de que estaba circulando en sentido contrario, sin poder tampoco aclarar cuál había sido el lugar exacto por el que había entrado en la carretera. La prueba del etilómetro confirmó los temores, ya que la automovilista arrojó una tasa de 1,29 en la primera prueba. Minutos después, cuando le hicieron el segundo test, el nivel de alcohol había subido hasta 1,32, quintuplicando la tasa máxima legal.

Así las cosas, la mujer no pudo seguir conduciendo y los agentes hicieron un atestado para enviar al juzgado, por delito contra la seguridad del tráfico. La conductora se podría enfrentar a penas de prisión de entre seis meses y dos años, así como privación del permiso para conducir por un tiempo mínimo de un año.