Ariadna Uría empezó a hacer joyas de arcilla polimérica durante la pandemia y en el 2022 creó Magari, ahora sus diseños, de peliqueiros y cigarrones, son un éxito
08 feb 2023 . Actualizado a las 22:36 h.Ariadna Uría nació en Barcelona pero allí solo vivió hasta los tres años. Hija de padres gallegos pasó su infancia por distintas ciudades de España hasta establecerse en Verín, con 16. Hoy tiene 37 y acaba de volver a la villa del Támega pero entre medias le ha dado tiempo ha vivir experiencias en numerosos lugares, como en Italia o en Portugal. Ariadna estudió Psicología en Santiago. «Escogí teniendo en cuenta las salidas y no lo que me movía. Fue una carrera que no me llenó», confiesa. Desde niña había ido a clases de pintura, así que al terminar se decidió por hacer Ilustración en A Coruña. Después llegó la pandemia. «Me di cuenta de que el tiempo pasa muy deprisa y de que si tienes la oportunidad de hacer lo que quieres hay que aprovecharla. Durante el encierro me surgió la idea de hacer pendientes yo misma», cuenta. «Descubrí la arcilla polimérica, un material muy conocido en EE. UU. y en Australia, que me permite crear muchas formas y detalles y una infinidad de colores», añade. Así fue forjando Magari, que en el 2022 consagró como su marca de joyas hechas a mano con este material, que no pesa nada. «Magari nació como la mezcla de magia y Ariadna pero cuando vivía en Italia me di cuenta de que en ese idioma significa ojalá y me pareció una palabra perfecta», afirma la diseñadora. Sus joyas están triunfando y encandilando a clientas de todas partes del país a través de las redes sociales. Ariadna hace piezas sencillas, naif, románticas y elegantes. Algunas incluso combinadas con pan de oro o con resinas de colores. Pero, sin duda, las favoritas del momento son el homenaje que ha hecho al entroido de su tierra. «Mi madre es de un pueblo de Laza y yo me siento de Verín, así que decidí hacer unos diseños de pendientes con peliqueiros y cigarrones, al fin y al cabo soy una entroideira más y creo que eso hay que lucirlo», explica. Los hace de todo tipo, e incluso personalizados, con flores en la máscara, con churros de colores. Algunos son con todo tipo de detalles, perfeccionistas y realistas, y otros son más figurativos, para poner a diario. «Han tenido una acogida increíble. A la gente le están encantando y a mí me hace muchísima ilusión», termina. Su idea es aumentar la colección al resto de personajes de los entroidos de la provincia de Ourense. Para enterarse de todo, lo mejor es estar atentos a su Instagram, porque su imaginación no para.
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