Condenado por «toquetear» a una joven, vuelve a juicio por abusos

m. v. OURENSE / LA VOZ

VERÍN

MIGUEL VILLAR

Al sospechoso se le acusa de haber asaltado en la calle a una mujer para tocarle los pechos

10 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A Joaquín P. F. lo condenaron el pasado mes de noviembre por dos delitos de abuso sexual contra dos jóvenes de 13 años residentes en Verín. En una comparecencia que apenas duró dos minutos, y tras haber llegado la Fiscalía y la defensa a un acuerdo de conformidad, el acusado admitió los cargos, que le supusieron una condena de dos años de prisión y el pago de una multa de 720 euros. Quedó probado que en septiembre del 2018, el investigado se dirigió a una de las chicas, de 13 años, y, sin que ella pudiese reaccionar, «le toqueteó por todo el cuerpo por encima de los pantalones». Esta situación fue presenciada por una amiga de la adolescente, quien dos días más tarde también se habría visto sometida a una situación comprometida protagonizada por el mismo acusado. Este, tras haber vigilado a la joven, también de 13 años, se acercó hasta su vivienda y tocó el timbre del portal. Cuando ella contestó, él le dijo «vamos a hacer el amor», provocando en ella una situación de tensión y nerviosismo, que motivó que tuviese que ir al médico.

Aquel día el acusado fue trasladado para la vista desde la cárcel provincial de Pereiro de Aguiar, en la que estaba interno en régimen preventivo tras haber quebrantado el alejamiento de una octogenaria en cuya casa se habría colado de madrugada, en enero del 2020, tratando al parecer de forzarla sexualmente.

Ese asunto está pendiente de dirimirse judicialmente pero antes de que eso suceda, este mismo viernes el sospechoso, de 61 años, ha tenido que hacer frente a un nuevo proceso judicial, esta vez por unos hechos denunciados el 17 de febrero del 2019 por una mujer que lo acusó de haberla asaltado en la calle.

Así lo recoge el escrito de acusación del caso, que describe que el imputado «con ánimo libidinoso» se acercó a la mujer y tras agarrarla con fuerza, «le manoseó los pechos lascivamente», al tiempo que le decía «qué buena estás», dándose luego a la fuga. La víctima lo conocía porque otras veces ya le había dicho «cosas sin sentido». Para la acusación esta conducta supone un delito de abusos sexuales por el que reclama una condena de un año y medio de cárcel, además de alejamiento durante tres años. Eso sí, el acusado en esta ocasión no reconoció los hechos, alegando que toma medicación.