«A xente maior teme ingresar no hospital; non quere estar soa»

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

VERÍN

El personal dela zona covid del Hospital Comarcal de Verín atiende actualmente a 16 pacientes
El personal dela zona covid del Hospital Comarcal de Verín atiende actualmente a 16 pacientes CEDIDA

El comarcal de Verín hizo pico el domingo con 17 ingresados por coronavirus

26 ene 2021 . Actualizado a las 17:09 h.

Cada vez que crecen los casos activos de coronavirus, aumentan (unos 10 días después) los ingresos hospitalarios. Y eso afecta no solo al CHUO -aunque al que más, por ser el centro de referencia para la mayoría de los ourensanos y el único con uci-, sino también a los hospitales comarcales, que son un reflejo de la situación epidemiológica de las zonas en las que están ubicados. El de Verín es una muestra de la situación de Monterrei. Con 316 casos activos en la comarca, hay 16 personas ingresadas. El domingo eran una más (pero se notificó el fallecimiento de una paciente que había sido derivada desde la residencia Santa María). Esos 17 ingresos supusieron el pico en el comarcal. Y son el resultado de una «situación descontrolada na bisbarra», razona Ignacio Soto, el médico internista al frente de la zona covid.

Nunca antes habían estado así. Explica Soto que en la primera ola se vieron los beneficios del confinamiento. La actual «situación descontrolada» arrancó en la segunda ola con la detección de brotes originados en matanzas y que se multiplicaron con las fiestas navideñas. Después de Reyes se entró en un bucle de contagios en los que resulta casi imposible trazar el origen y que ha llevado a esta tercera ola. «Perdemos a secuencia. Puntualmente con algún caso podemos saber onde se infectou, porque é xente maior que apenas sae da casa e recibe visitas contadas; pero no resto... Oxalá volvamos aos índices nos que era posible trazalos», dice.

Esa transmisión comunitaria ha llevado el virus dentro de las residencias, provocando que los mayores se infecten y que «se descompensen, polo que precisan ingreso». En general el perfil de los hospitalizados en Verín es el de personas «moi maiores, con moitas patoloxías previas e que non son subsidiarios de uci», explica Soto. Son ingresos prolongados, de entre dos y tres semanas. El paciente refiere «dificultade respiratoria, tose e febre; e tamén malestar xeral e cansazo que se pode prolongar semanas despois de recibir a alta», cuenta Soto.

También se han encontrado, matiza el médico, el perfil contrario: mayores contagiados que no tienen historia clínica previa. «Temos un envellecemento activo na zona, e fai que cheguen pacientes con máis de 90 anos que nunca estiveron hospitalizados», remarca Soto.

Y no falta tampoco el perfil de gente más joven, que tuvo que ser derivada a Ourense por necesitar cuidados intensivos. «Xente de 50 anos, diabéticos ou obesos, que mandamos xa desde urxencias ou, unha vez ingresados, trasladamos cando vemos que a evolución é cara un distrés grave, polo que precisan uci», apunta. Dos de los 12 pacientes que están actualmente en la uci del CHUO fueron derivados desde el hospital de Verín.

En todo caso, el sentimiento generalizado es el temor al aislamiento. «A xente maior ten medo a ingresar, porque non quere estar soa», explica Soto. Sobre todo los más mayores. Se desorientan con facilidad al estar aislados, y tampoco ayuda que el personal sanitario tenga que entrar con un EPI puesto, lo que dificulta que puedan reconocerles. En la planta cuentan con una tableta para que los ingresados puedan realizar videollamadas con su familia, pero los más mayores no se acostumbran fácil. Los más jóvenes sí encuentran en la tecnología un aliado para superar los días en soledad.

Cansancio del personal

Mucho han cambiado las cosas entre la primera ola y la tercera. Unas para bien. Otras no tanto. Entre lo positivo, que ahora se conoce más sobre el virus y se han mejorado las pruebas de detección. Gracias a los test de antígenos, un caso sospechoso se confirma en apenas 15 minutos. Lo malo, que el personal sanitario está cansado. «Somos os que somos. Estásenos pedindo unha implicación grande ante una situación de eventualidade contractual, o que engade estrés», dice el internista.

La esperanza está puesta en la vacuna, «a ver se se pode normalizar a situación e no verán estamos como estivemos o ano pasado», dice Soto. Lo de regresar al verano del 2019 todavía tendrá que esperar.

La posibilidad de seguir sumando camas en la unidad azul, usada otros años para la gripe

En la segunda planta del hospital comarcal de Verín está la unidad azul. Son 20 habitaciones -con capacidad de hasta 40 camas- que habitualmente están abiertas en esta época del año para atender los ingresos derivados del pico de la gripe. Este enero sigue cerrada, porque la gripe apenas se ha dejado notar. El uso de la mascarilla y la distancia social ayuda a prevenir el covid-19, y también la transmisión de cualquier otro virus. Por eso el hospital de Verín todavía tiene una importante capacidad para seguir creciendo en el número de camas. Para pacientes covid y no covid. Porque aunque el coronavirus parece que lo invade todo, no ha parado otras enfermedades. Y en el hospital de Verín hay también pacientes con cáncer, anemias o recuperándose de un infarto o un ictus.

Crece la presión asistencial en toda la provincia

La situación del hospital comarcal de Verín no es ajena al del resto de la provincia. En el CHUO crece a diario el número de pacientes ingresados en la planta covid. Ayer -según el último balance oficial, que se refiere a la situación del domingo a las 18.00 horas- había 134 personas en zona covid. Hay otros doce pacientes más en la uci.

Menores cifras muestra el comarcal de Valdeorras, con cuatro ingresados. Se debe en parte a la buena situación que mostraba la comarca días atrás. El 15 había apenas una veintena de casos activos entre las comarcas de Valdeorras, Viana y Trives, que tienen en O Barco su hospital de cabecera. Ahora la cifra supera los 80 casos, lo que hace prever también una subida de hospitalizaciones en unos 10 días.