En la antigua aduana del pueblo verinense está el único paso permitido desde Ourense a Portugal
18 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Panorama similar al de un domingo de feria de los años 80 en la vieja aduana de Feces de Abaixo, en Verín. Se trata del segundo paso transfronterizo abierto (junto al de Tui) entre Galicia y Portugal. Colas de varios vehículos a ambos lados de la raia, un nutrido grupo de policías nacionales y de agentes de la GNR lusa, y un indisimulado malestar entre comerciantes verinenses de la aldea raiana marcaron la jornada.
El martes hubo un paso constante de camiones que transportan mercancía y víveres de un lado a otro de la frontera. «Son los únicos a los que dejan pasar sin problemas», comentó un residente. La GNR ordenó dar la vuelta a muchos ciudadanos lusos de la comarca do Alto Támega que pretendían ir a Verín a hacer sus compras o a repostar en la gasolinera de Feces.
Más de un vecino se quejó de la falta de información precisa sobre quién puede y quién no puede pasar. En principio, todo aquel particular que pretenda acceder al otro país por trabajo o una causa de fuerza mayor es rechazado.
«Feces vive de las compras de los ciudadanos lusos del otro lado de la frontera, de Vila Verde da Raia. Si esto se prolonga mucho tiempo, el supermercado, tiendas y gasolinera del pueblo van a sentir un golpe muy fuerte», aseguró otro vecino.
Pese a las medidas tomadas por los gobiernos luso e hispano, lo cierto es que, curiosamente, el amplio territorio que engloba a las comarcas transfronterizas de Verín, Alto Támega y O Barroso es una de las escasas zonas de la península donde no se ha registrado por ahora ningún caso de coronavirus. Y no se trata de una superficie pequeña. Los 13 concellos que formarán la Eurocidade cuando se concrete la ampliación puesta en marcha hace tiempo, acogen a una población cercana a las 120.000 personas.
Este es el único paso permitido entre Ourense y Portugal, aunque con controles. Por los demás está prohibido cruzar, al menos durante un mes. En A Madalena, Lobios, los GNR lusos custodiaron la frontera, en una jornada tranquila. Poco tránsito de vehículos en esta zona antes usada para ir a comer bacalao y pasar el día en Braga o Ponte de Lima.