¿Qué ocurre con la pediatría de guardia en Verín?

Pablo Varela Varela
p. varela OURENSE / LA VOZ

VERÍN

MARCOS MÍGUEZ

El facultativo que ejerció dicha función hasta el pasado mes de mayo renunció a seguir al notarse «agobiado»

17 dic 2019 . Actualizado a las 19:29 h.

«Xa non valen máis escusas, ten que rectificar e reabrir o paridoiro e urxencias pediátricas do hospital de Verín», reclamó este lunes a la Xunta la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón. La cuestión es que las Urgencias Pediátricas no existían como tal en el centro sanitario comarcal, pero la atención ofrecida hasta la fecha por los pediatras de guardia de Verín tiene sus matices.

De acuerdo con la versión del Sergas y el gerente del hospital verinense, Miguel Abad, al término del mes de mayo recibieron el aviso de Juan Pablo Losada, pediatra de 68 años del centro de salud local, de que renunciaba a seguir cubriendo las guardias localizadas de forma voluntaria en el hospital.

«Su trabajo fundamental era la atención de neonatos en los partos», indica Abad. Sin embargo, la asistencia a niños de hasta 15 años que entrasen por el servicio de Urgencias también se daba. El hospital de Verín carece de una unidad de Pediatría desde el año 2007. En el centro de salud de la villa hay tres de Atención Primaria. Losada es uno de ellos. Abad señala que es posible que, durante algún aviso por la proximidad de un parto, «el pediatra de guardia echase una mano en Urgencias si había algún niño al que echarle un vistazo».

Losada, que estiró su vida laboral en el Sergas más allá de los 65 años por su propia iniciativa, cuenta que dejó las guardias localizadas voluntarias por cansancio. «Estaba un poco agobiado. Durante los tres últimos años tuve guardias 28 días al mes a excepción de un fin de semana mensual en el que una compañera me venía a relevar, así que les dije que lo dejaba», dice.

El facultativo, que trabaja en horario de 8.00 a 15.00 horas en el centro de salud local, «tenía guardias localizadas para cubrir posibles eventualidades», en palabras de Abad. Pero Losada siempre recibió llamadas desde el hospital de Verín si el médico de Urgencias pedía su opinión o la revisión de un experto si el paciente era un niño.

«Tanto podía ser por una otitis como por anginas, convulsiones o algún crío se que caía de una bicicleta», señala Losada. Alude a que sus compañeros iban «agobiados» por la carga de trabajo. Con todo, el veterano médico muestra su disposición para volver a ayudar, a sabiendas de que las dos plazas de pediatría que el Sergas convocó previamente quedaron desiertas: «La dirección sabe que estoy dispuesto a hacerlo, pero ojalá apareciese gente que las quisiese».