Y al séptimo día de su cierre, «el paritorio de Verín resucitó»

Pablo Varela Varela
pablo varela OURENSE / LA VOZ

VERÍN

Santi M. Amil

Vecinos y profesionales del área sanitaria se manifestaron este sábado con una marcha fúnebre hasta el hospital

07 dic 2019 . Actualizado a las 19:19 h.

El kilómetro y medio de distancia que separa el centro de Verín de su hospital comarcal fue este sábado un hervidero de gente. El pulso contra el cierre del paritorio, que el Sergas ejecutó de forma oficial el pasado día 1, se mantiene siete días después dentro y fuera del recinto.

No hay tregua en su interior, donde el encierro de vecinos y profesionales sanitarios sigue adelante. «Sempre hai entre 15 e 20 persoas alí», dice Adela Gallego, de la Plataforma en Defensa da Sanidade Pública Comarca de Monterrei. Pero el balón de oxígeno para la lucha contra la decisión de Sanidade sigue estando en las calles de la localidad, entre la gente.

Desde la Praza Maior, una muchedumbre acompañó un sepelio satírico similar al del pasado miércoles, pero cargado de significado. Al volante de una ranchera que simulaba un coche fúnebre iba un trabajador del hospital de Verín. En la parte trasera, el ataúd. No había un enterrador ni tampoco un cuerpo, solo un lamento por el adiós a la unidad de partos, rodeada de coronas de flores. El lamento venía en forma de gritos y también de luto. Al caer la luz de la tarde, comenzaron a cobrar protagonismo las de las velas.

«Estamos simulando un funeral, pero non hai enterro que valga porque non imos deixar que isto morra», decía Gallego. Trabaja en el centro de salud de Verín desde hace 13 años y lleva más de 40 de ocupación en la sanidad gallega.

Mientras, a las puertas del hospital, se improvisó un cementerio. Entre los fallecidos se encontraban las Urgencias Pediátricas y el paritorio. Se unió posteriormente el féretro del propio Hospital de Verín, extraído del vehículo entre los irónicos gemidos de tristeza de los allegados y las oraciones del capellán.

La secretaria provincial del Sindicato de Enfermería en Ourense, Pilar Oviedo, se mostraba satisfecha por el resultado de la convocatoria. «Seguimos aquí en el encierro de las dependencias de la dirección en el hospital de Verín. Y viendo las fechas en las que se propuso llevar a cabo la manifestación, en pleno puente por la Constitución, la respuesta de la ciudadanía ha sido multitudinaria. Es emocionante ver la implicación que está teniendo la comarca durante estos días con esta cuestión», dice.

En el encierro, mientras tanto, no decaen los ánimos. Hay quien viene y va del habitáculo donde se han instalado, como Asunción Caneiro, de 35 años, enfermera y vecina de Verín. Ella tiene una hija pequeña, y hace encaje de bolillos para estar pendiente de ella y también de su trabajo, pero ayer hablaba como una mujer afectada más por la cuestión del paritorio. «Este supuesto entierro por la unidad de partos ha tenido una afluencia importante. Y eso que se ha realizado casi de forma improvisada», señala. Pero incluso así, hubo respuesta. Y aunque de forma figurada, al séptimo día de su clausura, el paritorio verinés resucitó por un rato.