Cierre del paritorio de Verín: una decisión de gestión sanitaria

José Luis Jiménez Martínez EN LÍNEA

VERÍN

06 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Se trata de una decisión de gestión asistencial del Sergas, apoyada en informes técnicos de los Servicios de Ginecología y Pediatría del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense, basados, a su vez, en los estándares de seguridad aconsejados por la evidencia científica.

En el parto, como en otras actuaciones médicas, existe un punto de corte en el número de procedimientos por debajo del cual se genera una mayor posibilidad de incidencias inesperadas: es el caso del paritorio del Hospital de Verín en los últimos años. Este concepto de seguridad no cuestiona la calidad de la actuación de los profesionales, sino el engranaje completo -con todos los factores que en él se imbrican- del procedimiento en cuestión.

La tranquilidad y la sensación de seguridad en el momento del parto deben primar sobre cualquier otra consideración. Y la sensación de seguridad del pediatra que atiende al recién nacido es absolutamente imprescindible. En ellos y en los ginecólogos recae la responsabilidad directa y última de la vida de la madre y del hijo. Nuestros pediatras han manifestado que en las circunstancias actuales no se sienten seguros en el paritorio de Verín. Solo por eso el colegio médico, garante ante los ciudadanos de la buena práctica médica, no puede oponerse -por mucho que nos duela esta decisión- al cierre del paritorio.

Pero además, en este caso se añaden razones de eficiencia en una sanidad pública con necesidades infinitas y recursos siempre limitados. En este momento existe una clara desproporción -fruto de una planificación y una ordenación asistencial errónea y errática- entre el número de médicos disponibles en algunas especialidades, la pediatría entre ellas, y la cobertura de los dispositivos que la sanidad pública tiene operativos. Las expectativas de los próximos años, con un alto número previsto de jubilaciones, empeorarán aún más este escenario. Debemos acostumbrarnos, tanto la Administración, los profesionales sanitarios como los pacientes, a gestionar con sosiego, generosidad, criterios técnicos y consenso las dificultades que hoy ya existen en la asistencia sanitaria y que se darán, en mayor medida aún, en un futuro cercano. Y a informar con honestidad y transparencia a los ciudadanos de la realidad, a la que debe darse la mejor respuesta colectiva posible.

Los intereses partidistas o corporativos y los localismos deben apartarse para afrontar con solidez y garantías el objetivo común de hacer sostenible nuestra magnifica sanidad pública. Es hora ya de dejar de usar la sanidad como propaganda partidista o munición electoral.

Y no es verdad, señor presidente, que está usted a las órdenes de los médicos. Poco caso nos ha hecho en otras ocasiones cuando pedimos, por ejemplo, medidas positivas y razonables para mejorar la atención primaria y los hospitales de Galicia.

La decisión de cerrar el paritorio es de su Gobierno. Los médicos nos limitamos a exponer nuestro criterio con honestidad e independencia, como siempre hemos hecho. De forma responsable, sin escondernos o sumarnos a la crítica fácil.

Ahora les toca a ustedes volcarse con la población de la comarca de Verín y su hospital, que, como el de O Barco y el resto de comarcales de Galicia, tienen una enorme potencialidad para dar respuesta eficiente y segura a las diversas necesidades de los pacientes de su área en múltiples ámbitos, como -entre otros- la cronicidad en su más amplio concepto. Nuestra cooperación y asesoramiento técnico para ello están asegurados.