José Luis Doval: «No es un problema de personal, es un déficit de tener niños en Verín»

Pablo Varela Varela
p. varela OURENSE

VERÍN

MIGUEL VILLAR

El jefe de Ginecología del CHUO respalda la decisión del cierre del paritorio y niega el factor económico

02 dic 2019 . Actualizado a las 11:56 h.

José Luis Doval (Ourense, 1952) es jefe de Ginecología en el CHUO. Uno de los informes técnicos previos a la decisión del Sergas de clausurar el paritorio de Verín es suyo. Pero en el 2016 él ya vislumbraba este desenlace.

-¿Por qué se cierra la unidad?

-La gerencia del Sergas pide un informe dada la baja demografía y la situación de la atención al parto en Verín dado que la previsión es que este año tuviese el 50% de los partos que tuvo el año pasado. Se hace un informe en Ginecología y Pediatría y se revisa lo que dicen las sociedades científicas y con sus datos indican que no se puede mantener una estructura de atención al parto cuando no exista como mínimo, y según el Ministerio, 600 partos anuales. Aquí había mujeres con patología durante todo el embarazo que ya venían a parir a Ourense. En Verín estaban haciendo los de bajo riesgo. Y esa es la decisión que toma la gerencia, no la tomamos los técnicos.

-Explíqueme qué le quería decir el otro día al público que no le dejó hablar.

- El ambiente bastante caldeado. Y la gente hablaba de esta cuestión pero también de otras cosas: de la atención pediátrica a los niños, de la dermatología... Tras esa reunión, nos quedamos con las mujeres embarazadas comentándoles por qué se tomaba esa decisión y que la atención estaba garantizada en Ourense. Y que en Verín seguiría habiendo matronas y ginecólogos.

-Se dice que el cierre es por criterios técnicos y médicos. ¿Hay alguno económico también?

-No lo creo. Las plazas de los ginecólogos siguen allí y seguirán trabajando allí, como las matronas. Y yo creo que eso era lo más gordo económicamente. Ese dinero sigue estando allí. No es un tema económico.

-¿A cuánto asciende el coste anual de la unidad de partos?

-Un parto puede oscilar entre los 1.900 o casi 2.000 euros contando el parto espontáneo o cesárea. Ahí también va incluido el coste de los profesionales.

-¿Qué mensaje cree que se le envía a los vecinos del rural con esta medida?

-Pensemos en Avión. Tardan el mismo tiempo. ¿Y a dónde van? A Ourense. Padrenda también, y vienen por una carretera peor.

-La oposición ha anunciado que pedirá contrainformes. ¿Qué opinión le merece?

-Creo que los partidos políticos, con sus gabinetes de sanidad, deben hacer informes, y me parece correcto.

-¿Hay problemas de personal en Verín?

-No es un problema de personal en ginecología. Hasta ahora, siempre que había que cubrir guardias en Verín, se hizo y también desde Ourense. Para el trabajo diario, se cubren bien con la población femenina susceptible de ir a ginecólogo.

-¿Qué hubiese hecho falta para no llegar a esta situación?

-El cierre del paritorio viene por el volumen de partos. Si te tienes que operar de un cáncer de colon, ¿dónde prefieres que lo hagan? ¿En un sitio donde hacen 200 al año o en uno que está al lado de tu casa pero hacen diez? Ginecología en Ourense no tiene déficit, estamos bien dotados de personal; en este caso es déficit de tener niños. Si Verín tuviese 250 o 300 partos anuales, nadie se planteaba el cerrarlo. Nadie. Pero estamos hablando de 70 partos como mucho este año.

-Alguna de las explicaciones, que apela a la seguridad de los partos, generó temor. ¿No estaban siendo seguros?

-Lo que puedo decir es algo que ya manifesté en el año 2016 en una reunión convocada en Verín por sindicatos y asociaciones de vecinos. Y dije que lo ideal era que si no se daban las circunstancias adecuadas, no se deberían de atender los partos en Verín. Pero la administración estimó que lo que yo decía no se tomase en consideración. Y me parece bien.

-¿Se comentó la situación con los especialistas de Verín antes de tomar la decisión?

-Muchas de las cosas ya las había hablado con el responsable de ginecología de Verín. Y lo que opinaba en el 2016 lo opino ahora. Lo que no sé es si la Administración llegó a hablar previamente con ellos o no. Creo que no, por como se ha desarrollado la situación.

-¿Por qué esta premura en los plazos para el cierre?

-La pregunta es: ¿Y cuándo lo cierras? Siempre habrá embarazadas en ese período. En Verín, cada mes hay cinco o seis partos aproximadamente. Es una decisión tomada por la gerencia. Así como la estrategia.

«Trabajar con los mismos esquemas que hace 15 años no es posible»

La Asociación Galega de Matronas mostró durante estos últimos días su incertidumbre sobre qué ocurrirá con las cinco profesionales adscritas al hospital comarcal de Verín. José Luis Doval, sin embargo, señala que no se moverán de su actual centro de trabajo y que seguirán asumiendo carga de trabajo.

-¿Cómo se va a organizar el trabajo de las matronas tras el cierre del paritorio?

-El trabajo de la matrona no es solo de asistencia a la obstetricia; es una asistencia a la salud de la mujer. Hay un ejemplo en O Barco de Valdeorras. Tienen un programa de menopausia y otro de patología de suelo pélvico. Trabajo para hacer, hay.

-¿No pusieron en entredicho el trabajo de las matronas durante la reunión con los afectados?

-Legalmente tienen una formación que les permite controlar embarazos de bajo riesgo. En nuestra área hay matronas que están en O Carballiño, Xinzo, Ribadavia… Y atienden a embarazadas de ese tipo. El embarazo es un proceso fisiológico, en el que nos limitamos a vigilar que no se complique. Cuando pasa, es cuando entramos con toda la batería.

-¿Entiende el nerviosismo de las madres con respecto a esta cuestión?

-Lo entendemos totalmente. Y hablamos con ellas tras la reunión fallida porque así nos lo pidieron.

-¿Considera que algunas de las reacciones de la reunión estaban politizadas?

-No lo sé. Cuando hay una situación de este tipo es difícil establecer un diálogo. Yo creo que había gente enfadada por esto y por otras cuestiones del tema hospitalario en Verín. Era un conjunto de todo. La manifestación denota que hay algún sentimiento de que las cosas que no van como ellos quieren. A eso se le añade lo del paritorio. Entiendo que la gente no lo comprenda, pero trato de explicarlo de una forma gráfica. Si dentro de cuatro o cinco años -o antes-, al ritmo que va la natalidad provincial, bajamos de 1.000 partos en el hospital de Ourense, habrá entre un 15 y un 20 % de ellos que no podremos atenderlos allí, por cuestiones de calidad.

-¿Y qué soluciones se plantean contra esta situación?

-Ha cambiado el perfil de la mujer embarazada: tenemos más de un 10 % de mujeres mayores de 40 años, un 10-12 % de mujeres que en el embarazo la ven tres especialistas (ginecólogo, el endocrino y el nefrólogo). Trabajar a día de hoy en Ourense con los mismos esquemas que lo hacíamos hace diez o quince años no es posible.

«Cuando estuve en política activa dije que la provincia sería una reserva geriátrica con AVE»

Inquirido sobre si una revisión de las medidas para fomentar la natalidad en Galicia ayudaría a revertir la situación, Doval muestra dudas y señala a la economía como el factor a tener en cuenta. «El problema está ahí, pero también en que hay pocas mujeres en edad reproductiva y en el cambio de mentalidad. Europa envejece a pasos agigantados, pero aquí está más agravado», dice.

Doval tira de hemeroteca para señalar que, en su momento, ya radiografió un futuro de Ourense que él no ve tan lejos del actual: «Cuando participaba en política activa dije que la provincia terminaría siendo una reserva geriátrica atravesada por el AVE y una autovía que usaría la gente de Madrid para venir a cazar por la despoblación del rural». Doval no cree que las políticas públicas para incentivar la natalidad vayan a resolver nada. «Lo único que aumenta la población es si de repente llega una fábrica para 5.000 empleados con unas buenas condiciones de trabajo», zanja.

El jefe de Ginecología del CHUO estima que en la comarca de Verín hay unas 4.450 mujeres en edad fértil. «No hay un repuesto demográfico y no sé cómo se solucionará esto», avisa.

Tampoco ve en las comisiones de impulso demográfico una posible vía para frenar este proceso poblacional. «Como ciudadano, dudo que esto vaya a resolver el problema. Por ejemplo, en A Coruña y Vigo, la tasa de hijos por mujer es de entre 1,1 y 1,2. Y a los médicos residentes los mandamos fuera durante tres meses a un hospital que tenga muchos partos, porque no veo claro que seamos capaces de formarlos si van a lugares con bajo volumen de embarazos», dice. Y Doval mira a Portugal para hacer su comparativa: «Allí cerraron paritorios por debajo de 450 partos».