Seis de cada diez empresas de Verín no tiene empleados

sindo martínez VERÍN / LA VOZ

VERÍN

Santi M. Amil

La crisis deja al 90% de las firmas con entre 0 y 2 trabajadores

14 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La acentuada crisis económica y poblacional está dejando en los huesos el músculo empresarial de la comarca de Monterrei. Los datos del Instituto Galego de Estatística son más que reveladores. Cerca del 65% de las firmas radicadas en Verín no tienen ningún empleado; es decir, son empresas de autoempleo de un autónomo. Más del 90% (1.125 de 1.280) tienen entre 0 y 2 operarios contratados, mientras que 29 (un 2%) tienen más de diez trabajadores. Solo existe una empresa que dé trabajo a más de 50 empleados.

Las causas de este declive del tejido industrial son varias. La prolongada crisis económica se cebó con sectores punteros de la economía comarcal, como el textil y la construcción. La pérdida de poder adquisitivo de la población, vinculada a la crisis del sector primario -entre ellas las masivas pérdidas del sector del vino por la helada de 2017- ha dañado al sector servicios.

Hay 1.844 desempleados en la comarca. Son 1.168 en Verín, 115 en Cualedro, 206 en Monterrei, 57 en Castrelo, 48 en Laza, 114 en Oímbra y 136 en Vilardevós.

El derrumbe de dos firmas emblemáticas como Saroni y Hermanos Carrajo ha supuesto que los pocos trabajadores que quedan de aquellos 400 que llegaron a ser, estén pendientes de irse al paro, ya que ambas empresas están en proceso de liquidación.

El gerente de la asociación de empresarios Aever, José Ángel Rodicio, lo tiene claro. «La situación es preocupante. Tal vez el sector comercial sea el que peor lo está pasando. La competencia de la venta por Internet y su injusta fiscalidad, y la de las grandes superficies están haciendo mucho daño», señala. Y añade: «La despoblación progresiva es otro grave problema. La gente sigue emigrando. A nivel local hay un problema grave adicional: el polígono industrial de Pazos no sirve. La idea de crear pequeños polígonos en lugares como Oímbra me parece un grave error. Se debería ir a un gran parque a nivel comarcal». Defiende las potencialidades de la comarca como enclave logístico. «Somos el centro del paso de cientos de camiones que van hacia Portugal desde la Meseta», considera.

No muestra más optimismo el responsable comarcal de la CIG, Anxo García Torres. «A comarca está moi mal. As administracións deberían tomar medidas como fomentar un transporte público e apoiar o emprego. A caída de poboación está aí. En Verín hai agora case 1.000 habitantes menos que hai un lustro», destaca el sindicalista. Hay 13.889 vecinos, por los 14.760 del año 2013. La emigración ha aumentado durante los últimos años. En 2017, 707 personas emigraron de Verín, casi un 6% de la población. Cerca de un 2% (196) se fueron a vivir al extranjero.

Preocupación en A Limia

Si en Verín las cosas no van bien, en A Limia no van mucho mejor. Los datos de Xinzo son alarmantes. A nivel poblacional se bajó de los 10.000 habitantes (ahora hay 9.875 censados en la capital comarcal). De las 1.243 empresas radicadas en el municipio, 1.124 tienen entre 0 y 2 trabajadores. Lejanos quedan los tiempos de esplendor de Vidriera del Atlántico, la empresa radicada en el polígono, que daba empleo a 160 personas y que cerró en 2010. Ahora no hay ninguna sociedad con más de 50 empleados. Casi un 4% de la población emigró el año pasado, 30 de ellos al extranjero.

Al igual que en Verín dos sectores claves de la economía local, la hostelería y el comercio pasan por momentos muy duros, con el cierre de numerosos bares durante el último año y medio.

Santi M. Amil

Abel Afonso: «Mantenemos 11 trabajadores pero cuesta salir a flote»

Abel Afonso es el responsable de Tien 21 Electrodomésticos Afonso, uno de los referentes de la actividad comercial en Verín. La tienda está ubicada en pleno centro, y se centra en la venta de electrodomésticos y en la instalación de cocinas. Su perspectiva sobre el panorama económico es sombría. «Nosotros mantenemos 11 empleados, aunque en tiempos tuvimos 13. Cuesta salir a flote, la competencia de la venta por Internet y de las grandes superficies es dura. Jugamos la baza de la atención especializada al cliente y con un buen servicio. Vamos tirando para adelante como buenamente podemos», reconoce el gerente.

«Monterrei es una comarca deprimida. Tenemos un gran problema estructural desde hace tiempo. El parque empresarial de Pazos no sirve, está en una ubicación inadecuada. Se debería crear suelo industrial cerca de la autovía, pero no se pone en marcha», comenta. Y añade: «Los políticos tendrían que ponerse las pilas y tomar medidas en ese sentido. Seguimos dependiendo mucho del sector primario. Este año fue bueno en el sector del vino y la castaña y eso se nota en un negocio como el nuestro. Si un viticultor tiene una buena campaña, se anima a comprar una nueva televisión o a reformar la cocina. Pero la situación global no es nada fácil y hacen falta medidas ya», sentencia.