Los vecinos de la capital son los más reacios a tomar medidas preventivas
10 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La campaña contra la gripe comenzó a mediados de octubre y todavía son muchos los ourensanos que no han participado. Los datos de Sondaxe para La Voz revelan que una amplia mayoría de vecinos no solo no se ha inmunizado contra la enfermedad a día de hoy sino que no tiene previsto hacerlo. Es el 61 % de la población. Y la cifra es mucho más alta si se habla de la capital ourensana, donde un 72 % afirma que este año no se vacunará. De la encuesta se extrae que al final de la campaña un 38 % de la población mayor de edad lo habrá hecho. En líneas generales, las mujeres son las más concienciadas, aunque la diferencia con los hombres no sea grande. Sí se nota esta disparidad a la hora de consultar los datos por edades. Si a un 80 % de ourensanos de entre 18 y 29 años ni se les ha pasado por la cabeza, la cifra va cayendo según avanza la edad. Así, buena parte de los que tiene 65 años o más ya se ha vacunado. Es un 41 %. Las recomendaciones del Sergas en cuanto a la edad de las personas que deben inmunizarse contra la gripe están detrás de estas cifras. Los mayores, muchas veces por sufrir otras patologías, corren más riesgos. La encuesta se fija, además, en el nivel académico. Una amplia población sin estudios ya se ha vacunado y le siguen aquellos que solo tienen los primarios. En el sentido contrario se encuentran aquellos que han cursado Formación Profesional. Un 83 % descarta hacerlo. Es curioso que solo aquellos que tienen estudios superiores son los que, aunque en un porcentaje bajo, han afirmado desconocer la campaña.
Las encuestas revelan que en la capital una amplia mayoría no se vacunará y se estima que los que lo hagan sean el 27 % de la población. Los vecinos de las localidades de menos de cinco mil habitantes son las más activas. Cerca del 50 % se vacunará contra la gripe. Puede ser debido a la edad de sus habitantes, en su mayoría gente mayor de 65 años, o por el trato más cercano con sus médicos que siempre aconsejan inmunizarse ante cualquier duda. También es alta, aunque no lo deseable, la participación en aquellos de entre 5.000 y 10.000. Baja de forma considerable, aunque no tanto como en la capital, en los concellos más grandes como Verín, O Carballiño y O Barco de Valdeorras, donde un 55,8 % de su población ha señalado que no se inoculará. Lo que reflejan los datos es que sí existe información suficiente sobre esta campaña del Sergas ya que únicamente un 1 % de los encuestados respondió que no la conocía.
A principios de la campaña, los responsables sanitarios consideraban que para cubrir los objetivos de cobertura en Ourense habría que administrar unas 63.000 dosis. Una de las novedades de este año es la utilización de la vacuna antigripal tetravalente, que se va a emplear en dos grupos de población: mujeres embarazadas y menores de 15 años que presenten alguna condición de riesgo. Y, a pesar de que haya un amplio porcentaje de ourensanos que no se vacunarán este año, en parte porque no lo necesitan, la provincia siguen siendo la que tiene los niveles más altos de cobertura. En 2017 fue del 62,32 %. El año pasado se notificaron en la provincia 5.266 casos de gripe, de los que 169 fueron ingresados (el 46% no estaban vacunados) y se registraron ocho fallecimientos. La provincia cuenta con un total de 181 puntos de vacunación, en los que hay dosis disponibles durante las diez semanas que dura la campaña.
Enfermería llama a los de entre 65 y 74 años que todavía no tengan puesta la vacuna
El día 28 de diciembre termina la campaña y para concienciar a la gente mayor de la importancia de vacunarse, desde la tercera semana se puso en marcha un programa de promoción antigripal mediante la denominada «llamada activa».
Los profesionales de enfermería de la provincia llaman a toda la población de entre 65 y 74 años que todavía no tenga puesta la vacuna cuando la campaña llegue a su recta final. Además, se establecen agendas de citación especial para poner la vacuna a los enfermos crónicos en las visitas a domicilio. Las personas mayores, con enfermedades crónicas o pluripatologías y los profesionales sanitarios son los principales destinatarios de la campaña que comenzó a mediados de octubre.