Facilitó drogas a su sobrina menor de edad a cambio de fotos eróticas enviadas por teléfono

Entre el 1 de enero y el 2 de febrero del 2016 una joven que era menor de edad -entonces a punto de cumplir 17 años- envió a través de la aplicación telefónica whatsapp varios vídeos y una treintena de fotos «de claro contenido sexual» a un tío carnal, que ahora tiene 42 años y es hermano de la madre de la menor. La Audiencia de Ourense considera que las imágenes tiene carácter pornográfico. El adulto, en prisión desde octubre del 2016 al haber aparecido en su casa de Miranda de Ebro más de kilo y medio de cocaína, fue juzgado como presunto autor de un delito de corrupción de menores, abuso sexual y tráfico de drogas. Por este último delito le ha impuesto la sala una pena de seis años y un día de prisión. La sentencia deja claro que el implicado entregó droga a su sobrina por las fotos que -en distintas poses y desnuda en algunos casos- le había enviado. Convinieron en verse en un hotel de la provincia de Ourense en febrero del 2016, donde el acusado entregó a la chica «cuatro bolsas de plástico con hojitas verdes de marihuana y dos bolsitas plásticas de cocaína», según recoge la sentencia. Luego, José Miguel R. D. hizo un masaje a su sobrina, ambos en la cama en ropa interior, con el consentimiento de la menor.

En una sentencia de la que ha sido ponente la magistrada Ángeles Lamas, la Audiencia de Ourense valora que la menor, con anterioridad a los hechos ahora enjuiciados, había colgado fotos de ella misma «de carácter erótico y sugerente en las redes sociales». De hecho, una prima de la chica -que la fiscalía veía como perjudicada en estos hechos- le había recriminado su proceder. «Les pasas fotos guarras a tu tío y a tíos que ni conocer de vista», decía, censurando que se mostrara «toda guarra».

La sala rechaza que el acusado hubiera ejercido «coerción o intimidación alguna» y tampoco aprecia «un consentimiento viciado por el ofrecimiento de drogas, dado las fotos y vídeos se comenzaron a enviar ya antes de tal ofrecimiento, desprendiéndose del conjunto de las conversaciones que la menor se las envió voluntariamente». Cita la sentencia cómo el acusado, en una conversación del 13 de enero, después de «pedirle perdón por si la molestaba» e indicar que sería la última foto que le pediría, «ella responde que no, que estuviera tranquilo». Se trataban, dice también el tribunal, de forma afectuosa, llamándose lindo y linda, con emoticonos de besos y también de corazones.

La Audiencia dice compartir la circular de la Fiscalía General del Estado del 2015 que descarta la antijuricidad cuando los menores sean mayores de 16 años, como aquí, y hayan obrado con pleno conocimiento y en condiciones que excluyan totalmente el riesgo de difusión a terceros.

El intercambio de imágenes incluyó también fotos del acusado, desnudo o en calzoncillos, junto con otras en las que mostraba un cogollo de marihuana o bolsitas con apariencia de cocaína. El 23 de enero, según detalla la sentencia en la relación de hechos probados, ella le dice al acusado que le dé «solo un cogollito (de marihuana) por una foto de las que le gustan» y él le contesta que «si le manda una foto de las que le gustan le manda más de un cogollo». Minutos después, de madrugada, la menor envía cinco foto de contenido sexual.

Este caso se había destapado meses después, a raíz de un informe de los servicios sociales del Ayuntamiento de Vitoria, donde reside la chica con su madre. El asunto llegó a Ourense desde la fiscalía del País Vasco. Los implicados tienen sus raíces familiares en la provincia. El caso se instruyó en el Juzgado de Verín 1, que en octubre autorizó el registro domiciliario en la residencia del acusado en Miranda de Ebro, donde apareció droga cuyo valor de mercado se estima en 65.000 euros. La condena incluye una multa por 130.000 euros, que es lo doble de la tasación pericial de los estupefacientes intervenidos en la causa.

La sala fija en seis años y un día de prisión la condena por el delito de narcotráfico

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