Elisardo Rodríguez Vicente destaca los siglos de vinculación de la Iglesia con la comarca de Monterrei
30 may 2018 . Actualizado a las 13:26 h.La Orden Mercedaria conmemora sus ocho siglos de existencia, con el recuerdo a la figura de Pedro Nolasco. El entonces mercader de Barcelona, en presencia del rey Jaime I de Aragón y el obispo Berenguer, dejó sus quehaceres mundanos para dedicarse en cuerpo y alma a la vida religiosa. Ese pasado está presente en la vida de los que viven en el convento verinense de esta orden católica. Su responsable, Elisardo Rodríguez Vicente, echa la vista atrás para recordar que desde un lejano 1484 la congregación está muy unida a la comarca.
-¿Cómo se inició esa relación?
-Fue por iniciativa del conde Sancho Fernández de Ulloa, en el siglo XV. Inicialmente estuvo en la fortaleza de Monterrei. Debido a la trascendencia del castillo, la comunidad se instaló en Verín en 1557. A partir de ahí se inició un largo camino que continúa hasta hoy, donde somos una parte importante de la vida de la comarca, tanto en el ámbito religioso como cultural o educativo. En tiempos nos encargamos del santuario de Os Remedios. Siempre hubo mucha devoción en esta villa por esta orden.
-¿Qué le han dado los mercedarios a Verín?
-Creo que la presencia de los mercedarios ha sido de gran relevancia para toda esta zona. Hay que tener en cuenta que durante mucho tiempo, muchos de los hermanos aquí ordenados o que tenían relación con la orden fueron misioneros en países de África, Asia y América; y llevaron con ellos el nombre de Verín por todo el mundo durante décadas. Esa aportación fue enormemente trascendente. Por otra parte, el colegio, creado hace 55 años, fue una auténtica referencia educativa para muchas generaciones. Hay que pensar que a lo largo de los años hubo cientos de verinenses que emigraron a naciones europeas o hispanoamericanas que dejaban a sus hijos internos en el centro educativo. Esa labor educativa ha marcado a muchos vecinos de esta zona.
-¿Qué actos celebrarán para conmemorar esta efeméride?
-Ya tuvimos a comienzos de año la apertura de la puerta jubilar en un acto en el que estuvo presente el obispo de Ourense. Fue un acto muy emotivo y brillante. Hace escasas semanas, el 6 de mayo, también celebramos el octavo centenario de la creación de la orden con otros religiosos de Cualedro o Vilardevós. El 8 de julio habrá un acto en el convento de Poio, en Pontevedra. Habrá diferentes iniciativas a nivel gallego durante todo el año.
-¿Cuántos sacerdotes viven hoy en el convento?
-Somos cinco y casi todos somos ya mayores. En tiempos, hubo muchos más, lo que sucede es que las vocaciones religiosas han caído mucho en las últimas décadas.
-¿Cuál es el motivo?
-Son muchos. Hay una creciente secularización en las sociedades occidentales ya desde hace tiempo. De otro lado, el propio prestigio y relevancia de la vida sacerdotal y religiosa, que antaño era muy alto, ahora no lo es tanto por múltiples causas. Además, hay una creciente desestructuración familiar que también pesa.
-¿En qué momento está el colegio de los mercedarios de Verín?
-Tras más de medio siglo de trayectoria, pienso que la valoración es muy positiva. El prestigio y la solidez educativa y religiosa del centro es evidente desde hace tiempo. Ahora mismo tenemos unos 70 alumnos de la ESO, en torno a una veintena de ellos son internos en el centro, viven aquí. Hace décadas llegó a haber 130 escolares.
-¿Qué valoración hace de la utilización del claustro como sala de exposiciones?
-Es algo tremendamente positivo. Hay que tener en cuenta que hay muchos vecinos de la comarca que por el motivo que sea no habían visto el claustro y el interior del convento nunca, pese a su belleza. Fueron iniciativas del Concello, primero con la exposición de las obras de Fernando Barreira, y segundo con la muestra sobre la historia del vino. Este es un marco estupendo para acoger ese tipo de muestras culturales.
-¿Acogerá un museo permanente?
-No puedo responder a esa pregunta, ya que eso es una iniciativa que deberá decidir el Ayuntamiento. Personalmente, espero que se pueda llegar a concretar en el futuro.