«Cada vez más gente opta por la cremación al no haber nichos»

sindo martínez VERÍN / LA VOZ

VERÍN

Santi M. Amil

La escasez de sepulturas provoca un aumento de la demanda del único crematorio de Verín

13 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El abarrote del cementerio de Verín ha provocado durante los últimos años un aumento de la demanda del servicio en la única funeraria comarcal con servicio de crematorio. Su responsable, Raúl Paz, comenta que la demanda del servicio no ha parado de crecer desde 2013, cuando se puso en marcha. «Muchas familias optan cada vez más por la cremación, ya que encontrar nicho en Verín hoy en día es muy complicado», explica el funerario. Además, aventura que no dejará de crecer. «La incineración va a ir al alza en los próximos años, no tengo ninguna duda», asegura. Eso frente a la tradición, porque como asegura Paz, «no hay que olvidar que el predominio del enterramiento tradicional era casi total hasta los últimos años en una comarca como la verinense». Recuerda que hace años la cremación era un servicio casi inexistente. «La primera de la que nos encargamos tuvo lugar en Madrid, luego en Vigo o Monforte y finalmente en Ourense», rememora.

El precio del acto crematorio ronda los 450 euros y su duración se prolonga durante tres horas y media. «Se trata de un servicio adicional que oferta la funeraria, pero la verdad es que no es muy rentable. Hay que tener en cuenta que el horno crematorio cuesta cerca de 100.000 euros. Aquí también disponemos de un columbario para guardar en urnas las cenizas y que los familiares puedan rezar, si así lo desean, ante ellas. Hay algunas familias que optar por esperar a que finalice el crematorio, aunque sea un proceso bastante largo; otras se van antes», dice el empresario.

La funeraria capta cada vez más a clientes del otro lado de la raia. «Tenemos cada vez más clientela de Chaves, hay que tener en cuenta que ellos para poder disponer de un servicio de crematorio tiene que desplazarse hasta Oporto, que queda muy lejos; mientras que el nuestro se radica a una veintena de kilómetros», explica.