Del descenso a ser el portero menos goleado en solo un año

VERÍN

Miguel Villar

El zamora de Tercera, Diego Vázquez, encajó con el Rápido 20 goles menos que el curso pasado con el Verín

24 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

De 43 goles encajados en la temporada 2015/2016 con su entonces equipo, el Verín, el guardameta Diego Vázquez (Ourense, 1995) ha pasado a recoger el balón del fondo de la red este curso con el Rápido en 21 ocasiones. Entonces el conjunto perdió la categoría y ahora, a las órdenes de Patxi Salinas, disputa una fase de ascenso que se le puso de cara al ganar al Cayón a domicilio el pasado fin de semana (0-2), dejando la portería a cero. Un cambio radical que le ha llevado a ser el flamante zamora de la Tercera gallega.

A sus 22 años, Diego vive su tercera temporada como sénior. El primer año fue de «toma de contacto» con la categoría en el Barbadás, donde encajó 11 goles, pero solo disputó 900 minutos. El año pasado fue el del fatídico descenso, con 43 goles en 2.880 minutos que le situaban como uno de los porteros más goleados del campeonato. Y de ahí a ser el mejor. «Es un premio al trabajo, pero no solo mío, sino de todos los compañeros. Desde el principio me entendí a la perfección con los defensas, nos comunicamos mucho y las cosas comenzaron a ir cada vez mejor. Es mérito suyo que nos hayan creado tan pocas ocasiones», recapitula el guardameta.

Un éxito inesperado

Admite que cuando decidió fichar por el Rápido lo hizo pensando en que iba a un equipo con aspiraciones de salvación. Esperaba una temporada menos sufrida que la anterior, pero ni en sus mejores sueños se veía en la fase de ascenso. «Mi idea era intentar jugar, hacer buenos partidos y ayudar al equipo, pero el play-off no entraba en nuestros planes», admite. A partir del mes de diciembre comenzaron a creerse que podían aspirar a más y, paralelamente, aunque como objetivo secundario, él mismo empezó a creer que podía terminar el campeonato como portero con menos tantos encajados.

«Cuando acabó la segunda vuelta había encajado solo nueve goles, pero tenía una diferencia mínima con el segundo portero. De todas maneras en ese momento sí que pensé: ‘Estoy ahí’», confiesa. Sus sensaciones no podían ser mejores, además, teniendo en cuenta lo que venía de vivir el año anterior. «Pasar de ser últimos y descender al equipo menos goleado y luchar en la fase de ascenso es increíble. Poco más se podía pedir», recalca. Y eso que los inicios no fueron precisamente sencillos. «No me costó demasiado adaptarme, pero sí que tuve problemas de espalda al principio que me dieron un poco la lata. Por lo demás, me integré bien y el estilo de juego del equipo me gusta», cuenta el ourensano.

Eliminatoria encarrilada

Tras la liga regular, el Rápido inició el play-off de ascenso con un primer cruce que se definirá el próximo fin de semana. En el partido de ida en casa del Cayón, el equipo aurinegro logró mantener la portería a cero y llevarse el triunfo parcial. Pero Diego recuerda que quedan otros 90 minutos. «No hay que confiarse. Puede haber una expulsión, un penalti... Cualquier cosa que te saque de la eliminatoria enseguida. Como rápido resolvieron ellos en la ida. «Fue increíble que lográramos marcarle dos goles a uno de los equipos que menos habían encajado a lo largo de toda la temporada. Además los conseguimos prontísimo y era algo que ni nos podíamos imaginar que pasaría», explica el cancerbero.

Ahora la el planteamiento es no ponerse ningún tipo de límite para lo que queda por delante. «El objetivo una vez que estamos aquí no puede ser otro que llegar a la última eliminatoria, o al menos intentarlo. Pero sobre todo disfrutar de cada partido», proclama. Y si puede ser con la portería a cero una vez más, mucho mejor.