La unidad de Reanimación del CHUO atiende a 800 accidentados al año

Fina Ulloa
fINA ULLOA OURENSE / LA VOZ

VERÍN

MIGUEL VILLAR

Los lesionados de tráfico han descendido pero siguen siendo mayoría

27 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La unidad de Reanimación del CHUO atiende, desde hace más de cuatro décadas, a los pacientes con politraumatismos graves de toda la provincia, además de los del área de Monforte, asignados a este centro por proximidad y operatividad ya que los medios aéreos de emergencias tienen aquí su base. Al año pasan de media por las manos del equipo de especialistas de este departamento del Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del dolor, dos centenares de personas que han sufrido algún tipo de accidente grave y necesitan de los cuidados especializados de esta unidad, en la que también se atienden a los pacientes operados de cirugías muy agresivas. «Anualmente la unidad atiende entre 750 y 800 personas, y aproximadamente uno de cada cuatro son politraumatizados», aclara el jefe de servicio Fermín Domínguez Hervella.

La mayoría de los pacientes con traumatismos que recibe la unidad son personas que han sufrido accidentes de tráfico. Una realidad estadística que se mantiene desde su puesta en marcha, aunque, según señala el responsable del servicio, el peso de este tipo de accidentados dentro del global de atenciones ha descendido en los últimos años. «Los casos que nos llegan por tráfico han disminuido no solo en nuestra provincia, sino en general. Influyen varios factores: la mejora de las autovías, la mayor concienciación en cuanto a la utilización de sistemas de seguridad como los cinturones, y también por los efectos de los controles de alcoholemia. Aunque el número de accidentes de tráfico se mantenga, es cierto que la cifra de lesionados ha descendido, pese a que siguen siendo la mayoría de los accidentados que vemos», resume el responsable de este servicio del CHUO.

Lo que sí están notando los profesionales de esta unidad es que, al contrario de lo que ocurre con los que ingresan por tráfico, aumenta la cifra de personas que llegan por caídas, tanto en domicilio como en la calle. «No hablamos de grandes incrementos, porque esta es una provincia pequeña; pero sí que lo notamos y fundamentalmente por el propio envejecimiento poblacional porque muchos son personas mayores», apunta Domínguez Hervella. También destaca un pequeño repunte de los traumatismos relacionados con la agricultura o actividades vinculadas, aunque la tendencia en este tipo de percances es notablemente inferior, tanto en número de casos como en su gravedad, a lo que recibían hace algunos años. «Tenemos gente que se cae porque sube a una escalera para hacer algún arreglo, o en verano a un árbol para coger las cerezas u otra fruta, o a los tractores sin dominarlos mucho y sufren vuelcos, por ejemplo», relata.

Menos frecuentes son los que ingresan por quemaduras y por otras actividades relacionadas con el mundo industrial. El especialista opina que la lógica permite deducir que la propia estructura del tejido productivo de la provincia está detrás de esa realidad. Tampoco se nota un aumento de accidentes laborales con la suficiente gravedad como para necesitar la intervención de este servicio especializado. «Ahora mismo los laborales propiamente dichos rondarán el 5% del total que nos llega», señala el especialista.

La unidad de Reanimación del CHUO cuenta con una docena de camas con su correspondiente dotación de personal, pero la disponibilidad en momentos puntuales, puede llegar a 14.

«Mucha gente cree que el anestesista solo está para dormir al paciente en una operación»

El hospital ourensano fue pionero en asignar, hace ya cuatro décadas, a los pacientes politraumatizados al servicio de Anestesia y Reanimación. «Mucha gente se cree que el anestesista es alguien que está solo para poner un fármaco que duerme a las personas cuando van a ser operados; pero nuestra capacitación profesional es mucho más compleja y la adecuada precisamente para atender a estos pacientes críticos tanto por traumatismos como los operados», señala Fermín Domínguez Hervella, que recuerda que estos profesionales son también los especialistas en terapéutica del dolor. Precisamente por la experiencia y veteranía en el trato con estos pacientes, la Asociación Gallega de Anestesiología y Reanimación (Agarys) -que reparte en varios centros de la comunidad la formación de médicos residentes-, encarga a este servicio ourensano la parte relacionada con la atención a politraumatizados. Ayer se desarrolló una de esas jornadas en la que los futuros especialistas gallegos se formaron con el equipo del CHUO en la atención a diversos tipos de traumatismos; desde el torácito, al medular o el craneoencefálico. A este servicio ourensano se le adjudica también la formación en anestesia locoregional, guiada por ecógrafo, que permite dormir solo la parte que va a ser operada evitando la anestesia general.

Anestesiología cuenta con 39 especialistas en el CHUO y alcanza el medio centenar en toda el área sanitaria -sumando los hospitales de Verín y Valdeorras - y es de los servicios que cuenta con más residentes en formación de forma simultánea, alcanzando los 16 por año.