Un trabajo redescubre el tráfico ilegal de personas y armas en la raia

sindo martínez XINZO / LA VOZ

VERÍN

CEDIDA

Xerardo Dasairas recupera la memoria de desertores lusos de la guerra colonial

22 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La cara y la cruz de la extensa historia del contrabando en Verín está aún por escribir. Xerardo Dasairas Valsa (Verín, 1953) es uno de los más profundos conocedores de la historia de la comarca en la época contemporánea. Durante los últimos tiempos está rememorando una época oscura y poco conocida de la relación ourensano-lusa en la raia.

Dasairas dará una conferencia mañana sobre Viajeros, exiliados y emigrantes, uno de los aspectos claves de la vida en la comarca en los últimos años dentro del programa previo del primer certamen internacional de cortometrajes de Verín (a las 20.15 horas, en la Casa da Cultura).

Este historiador echa la vista atrás para relatar el tráfico de seres humanos por el que jóvenes lusos desertores pasaban a territorio español para no tener que ir a las guerras coloniales (Mozambique, Angola) que libraba la dictadura salazarista en África en los primeros años 70. «En aquellos años hubo tramas mafiosas organizadas que cobraban dinero a jóvenes desesperados que huían, bien por motivos políticos o por escapar de las guerras africanas», señala el experto.

El propio Dasairas recuerda los insólitos métodos para este tráfico de seres humanos, no lejanos a los de las actuales pateras. «Les entraban a veces en camiones cisternas de leche o en zonas escondidas de vehículos de gran tonelaje. Algunos intentaban llegar a Francia tras pasar la frontera aquí», cuenta. Algunos verinenses colaboraban con estos huidos, dándoles alimentos una vez ya pasada la frontera.

Al contrabando de personas se unía otro que proliferó durante esa década en la raia: el de pistolas. «En aquella época, los años 70 y 80, era muy fácil lograr un arma procedente de Portugal, como la famosa pistola del calibre 35. En el país vecino había muchas armas, era una época de descolonización», añade.

Otro aspecto poco conocido sobre la memoria del contrabando en la raia seca, amén del ya conocido de tabaco o de reses que pasaban a Portugal, era el de los vínculos entre la elementos de extrema derecha de ambos países. «Eran tiempos de inestabilidad política en Portugal tras la revolución de 1974 y sus consecuencias en los años posteriores. En España estaba naciendo la transición. Era una situación de tensión e incertidumbre política grande a ambos lados de la frontera», recuerda. Y añade: «Ese fue el caldo de cultivo de que en la segunda mitad de los años 70 elementos ultraderechistas intercambiaran armamento en la raia. Hubo incluso una operación, en la que estuvieron implicados agentes de la autoridad españoles, de requisamiento de granadas, pistolas y subfusiles».

El golpe de Tejero

Un grupo siniestro, antecedente directo de la guerra sucia contra ETA, estuvo también involucrado en ese tráfico de armas en un momento dado. El denominado Batallón Vasco Español (el antecedente del GAL) recibió supuestamente armamento luso en la raia verinense al comienzo de la transición democrática.

Otro «intercambio» irregular entre arraianos llegó a consecuencia del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. «Hubo bastantes verinenses que pasaron durante unos días a Portugal por el temor a represalias en caso de triunfo del golpe de Tejero», rememora.

Los montes de Vilardevós eran algunos de los puntos habituales de paso ilegal de mercancías, reses, tabaco o marisco de uno a otro lado de la frontera, según Dasairas.