El hijo del erudito verinense Xesús Taboada Chivite destaca su obra en el 40 aniversario de su muerte
12 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Verín promueve entre los días 21 y 25 un merecido homenaje a la figura de una las personalidades esenciales de la historia ourensana del siglo XX, Xesús Taboada Chivite. Fallecido en 1976, Taboada es el padre de la historiografía, la etnografía y la arqueología contemporánea de la comarca verinense. Tras su prematuro óbito con 69 años, dejó al pueblo gallego una vasta obra con documentación, textos y trabajos sobre aspectos muy variados, centrados casi siempre en su tierra. Una serie de conferencias y una exposición revivirán y valorizarán la trascendencia de su figura. Su hijo, Xesús Taboada Cid, rememorará en una charla el día 25 anécdotas familiares y el trabajo y el carácter de su progenitor.
-¿Cree que Verín ha reconocido adecuadamente la labor y el legado de Taboada?
-Hubo varios actos de homenaje. El primero fue muy poco después de su muerte, en el año 1977; luego, en 1979 le pusieron su nombre a un instituto de la localidad y también se le dedicó una calle; y en 1987 se inauguró un busto en su memoria. Creo que se le valora y recuerda. Personalmente, me gustaría que se recuperase el certamen de investigación científica que llevaba su nombre en 2008. Desearía que se reactivase ese premio con la importancia que tuvo en su día.
-¿Cómo valora el reconocimiento promovido por el Concello?
-De forma muy positiva. Participaré en esos actos promovidos por el Ayuntamiento con una conferencia el día 25.
-¿Qué aspecto trascendente destacaría de su legado como etnógrafo, divulgador, investigador e historiador?
-Su legado a todos los niveles es amplísimo. Creo que tuvo un mérito especial ya que todo lo hizo él solo. No tuvo un equipo de personas que colaborase con él en Verín, tanto en los temas arqueológicos, de etnografía o prehistoria de la comarca. Pienso que al morir a una edad no muy avanzada, con 69 años, quedó interrumpida una labor que podía haber sido incluso más amplia.
-¿Piensa que está valorado y conservado convenientemente el rico patrimonio arqueológico e histórico verinense descubierto o dado a conocer por Taboada?
-Su biblioteca está bien conservada y sus objetos personales también, en el Museo do Pobo Galego. En su casa de Verín quedaron cientos de fichas de notas, que también están clasificadas y digitalizadas. Asimismo su epistolario, que era enorme, también se conserva en papel y en digital. El Internet de aquellos años eran las misivas, las cartas. Él intercambiaba impresiones a través de esas cartas con destacadas personalidades como Ben Cho Shey.
-¿Cuáles serán los ejes de la conferencia que pronunciará en el homenaje en Verín?
-Rememoraré vivencias familiares y anécdotas de cuando era niño y colaboraba con él en excavaciones arqueológicas. Expondré también mis recuerdos de personas muy importantes vinculadas a mi padre como Vicente Risco, Otero Pedrayo o Florentino López Cuevillas. No obstante, uno de sus más íntimos amigos fue Xaquín Lorenzo, Xocas.
-¿Qué aspecto destacaría de la personalidad y de las cualidades humanas de Taboada?
-Era un trabajador infatigable. Hacía su trabajo como telégrafo, llevaba una academia y realizaba sus trabajos y estudios. Curiosamente al padecer una leve sordera, esto le ayudaba, ya que se concentraba enormemente en su trabajo, pese al bullicio que pudiera haber en casa. Xocas afirmó en su día que era una persona en la que primaba la bondad sobre la ciencia. Era cierto. Su casa siempre estuvo abierta para ayudar o colaborar con la gente, por ejemplo, para traducir textos o consultar alguna cuestión. Por otra parte, era una persona que pienso que sentía una cierta sensación de soledad en lo referente a su trabajo por la carencia de medios.
-¿Cuál fue el principal legado de su padre en su vida personal como hijo?
-Él influyó mucho en mi amor por los libros y por la lengua gallega, además del sentido de la disciplina en el trabajo. Eso lo heredé de él.
Trayectoria vital. Taboada Cid nació en Verín en 1944. Está jubilado después de una larga trayectoria como registrador de la propiedad en diversas villas ourensanas, así como en Vic y Monforte, para rematar su carrera en Ourense.
Con su padre. Siendo un niño y un adolescente, colaboró con su padre y conoció y trató personalmente a algunas de las grandes figuras de la cultura gallega del siglo XX.