Sufre un esguince cervical de grado dos
23 abr 2016 . Actualizado a las 16:28 h.El Centro de Deportes Barco estaba provocando las noticias más agradables de la representación ourensana en la Tercera División, pero el pasado domingo también le tocó llevarse un susto, tras el choque entre dos de sus futbolistas, el guardameta Marcos Macía y el central Pablo Corzo.
Recuerda el portero como fue la acción: «Mandaron un centro lateral y los dos fuimos al balón, yo le grité y se agachó, pero aún así me lo llevé por delante. Ahora mismo, Pablo casi no puede ni andar y yo me desequilibré al caer y me fui de cabeza al suelo».
El zaguero padece una contusión fuerte, pero no es víctima -al menos en principio- de una lesión grave, mientras que el cancerbero sufre un esguince cervical de grado dos: «Estoy en cama y, la verdad, es que todavía bastante incómodo y con un dolor fuerte. Incluso me han dado la baja laboral y me han prescrito tres días de reposo». En caliente, Macía hizo un esfuerzo por terminar el partido, puesto que los valdeorreses no disponían de guardameta suplente y, aún así, logró terminar con su puerta a cero. Un marcador que más a allá de los dolores dejó un poco frustrado al que es uno de los capitanes de la plantilla: «Fue una pena, porque hicimos un buen partido, fue un encuentro muy disputado y con muchas ocasiones en una y otra portería. Es raro que no se marcara ningún gol, porque en estos partidos de ida y vuelta hemos quedado 2-2 ó 3-3 en otras ocasiones».
Se reducen de ese modo las oportunidades de llegar a la cuarta posición, pero con la permanencia en el bolsillo, los discípulos de Javi Rey siguen ilusionados en llegar lo más arriba posible para ponerle el mejor colofón a una campaña que, de por sí, ya ha sido brillante.
La cruz de la moneda es para los otros dos conjuntos ourensanos, en especial contra un Verín que ante el Noia pareció decir adiós a sus esperanzas de mantenerse en la categoría. El conjunto de Iván González ha sido un rival muy competitivo en cada jornada, el traspié ante el colista Noia es un golpe casi definitivo para el único conjunto que no ha ganado un partido en toda la segunda vuelta.
Por otro lado, tras una espectacular primera mitad del torneo, el Barbadás también ha iniciado una curva descendente que parece no tener fin y que agravó el Ribadumia el pasado domingo. El margen sobre el descenso directo es todavía de ocho puntos y aleja dramas, pero se reduce a solo dos sobre el puesto de arrastre que podría forzar la caída del Compos desde la Segunda B. Ante los problemas de varios jugadores para acudir a todas las sesiones de entrenamiento, los rectores del cuadro azulón han optado por incorporar a cuatro juveniles del Pabellón, que no pueden contar con ficha, pero sí trabajarán con el equipo. Gorka Grande, Miguel Salgueiros, Pablo Fernández y David Nespereira interesan además para el próximo curso balompédico.
Cuatro juveniles del Pabellón se incorporarán a los entrenamientos
del Barbadás