El entroido vuela hacia sus citas centrales tras el domingo «oleiro»

La Voz

VERÍN

En Xinzo, aparte del  baile de «olas» hubo también disfraces.
En Xinzo, aparte del baile de «olas» hubo también disfraces. s. m. amil< / span>

Xinzo de Limia dejó atrás una de las referencias más singulares de la fiesta en la provincia de Ourense

25 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Acompañó el buen tiempo y, cuando esto ocurre tal día como el domingo oleiro, la capital de A Limia se convierte en la indiscutible referencia del entroido ourensano. Por lo menos, del ourensano. Puede coincidir la celebración con Fitur, la feria internacional del turismo donde la fiesta se promociona como un conjunto de la provincia o incluso de Galicia, pero quienes llevan el entroido en la sangre tendrán las vasijas de barro como objetivo. El ritual se volvió a repetir. El juego de las olas es mucho más tranquilo, la celebración es más comedida que en cualquier otra cita, pero no por ello la plaza pierde fuelle.

Se llega al oleiro después de una noche de fiesta, en la que el meco reivindica protagonismo. Por la mañana fueron los pequeños los que se asomaron a una de las variables más singulares y diferentes. Que rompa la vasija y el castigo sea pagar la ronda a los amigos es la excusa para que los participantes estén atentos y eviten que se les vaya de las manos.

La fase previa del largo ciclo del entroido, antes de llegar a los días grandes, gana cada año. Tanto de día, en la propia jornada del domingo, como en la noche anterior, iluminada como corresponde por el fuego purificador.

Dudas en Verín

Mientras, en la capital de la comarca de Monterrei, Verín, otro de los puntos tradicionales de celebración de esta fiesta, se multiplican en los últimos días las cábalas sobre el efecto que tendrá la supresión del lunes fareleiro, que, dedicado a los más pequeños, convertía la villa en un manto blanco y transformaba totalmente la plaza García Barbón.

La decisión municipal de evitar la guerra de harina ha sido acogida de forma desigual. La organización de un taller y actividades más ligeras para los más pequeños es la alternativa de este año.

En Verín, sea como fuere, el centro de interés sigue estando en el desfile del domingo del entroido y, con harina o sin ella durante este lunes, los más entregados a la fiesta ultiman los detalles para no dejar ni un solo fleco y llegar a la cita con la vestimenta y los detalles perfectamente atados. Sin olvidar que aún quedan jueves por delante.

Una manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial

Tiene el Gobierno abierto el camino para la declaración del carnaval como una manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial. Es, según el texto de la resolución de la Dirección General de Bellas Artes, Bienes Culturales, Archivos y Bibliotecas que a mediados de diciembre publicó el BOE, una de las manifestación culturales «más emblemática, vividas y recreadas en España». Galicia en general y Ourense en particular dan fe de una realidad, que en esta provincia no se limita a las fechas centrales, como ocurre en otros lugares de la geografía española.

En el detalle de las razones que justifican la iniciativa aparecen detallados gran número de variables y detalles que se encuentran presentes en el entroido ourensano. Y si en los carnavales rurales, dice, «ha sido habitual la costumbre de lanzar polvos, pelusas o ceniza con las que se ensucian las personas participantes entre sí y a menudo también a los viandantes», también se hace referencia a «las batallas con lanzamiento de harina o salvado de trigo». Además de los juegos concretos de arrojar sustancias, dice la disposición del Ministerio de Cultura en el BOE que «existían otros característicos de esta época, como los columpios, los equilibrios sobre cuerdas y algunos entretenimientos con ollas, cántaros y vasijas».

Sin que aparezcan expresamente citados, en referencias como las anteriores es fácil reconocer alguna de las propuestas de Laza, de Verín o de Xinzo durante los días centrales del entroido o en las jornadas anteriores, como la de ayer mismo en la capital de A Limia, en la que las piezas de barro pasan del aire a la tierra con gran facilidad.