Una parroquia de Verea se debate entre cortar o no un ciprés centenario

VEREA

teresa cela

El árbol crece pegado al muro del cementerio y, según algunos propietarios, daña las sepulturas

03 may 2016 . Actualizado a las 18:08 h.

El futuro de un ciprés centenario que crece pegado al muro del cementerio de la parroquia de Sanguñedo, en el municipio de Verea, ha generado división de opiniones entre los vecinos partidarios de cortarlo para que no afecte al muro y a las sepulturas anexas a él y quienes defienden que el árbol debe seguir ahí. «É o gardián dos mortos e tan vello como a igrexa. As sepulturas puxéronas moito tempo despois da árbore, que é sagrada e un símbolo da vida eterna», defiende Olga Dorado en Sanguñedo.

En la parroquia se había iniciado una recogida de firmas para determinar cuántos estaban a favor y cuántos en contra de su corta. Pero el párroco retiró el papel, según los vecinos, el proceso quedó paralizado y no se ha tomado aún una decisión al respecto. Hay quien no se posiciona. «Levo corenta anos aquí e sempre vin a árbore, pero a min dáme igual», señala Emelina Morgade, de Outeiro. En el mismo pueblo de la parroquia, Ramón González considera que los propietarios de los panteones tienen razón en sus quejas: «Ten unha cabeza grande e cando hai aire move o muro, que está cuarteado, e as raíces estragan os panteóns, ademais de que lles cae frouma. Entendería que o cortasen, aínda que é centenario e sempre estivo aí», reflexiona. Por ahora, el árbol sigue dando sombra a los vivos en los entierros. «Pertence aos mortos», sentencia Dorado.