Abre la hostelería en San Cibrao: «Ya me estaban esperando en la puerta»

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

TOÉN

Los vecinos de San Cibrao disfrutaron de la apertura de las restricciones
Los vecinos de San Cibrao disfrutaron de la apertura de las restricciones Santi M. Amil

En este concello y en Toén se relajaron las restricciones por la pandemia

28 nov 2020 . Actualizado a las 18:44 h.

Si la relajación de las normas por la pandemia del covid-19 se puede resumir en una frase esta sería «Vamos a los bares». En San Cibrao das Viñas fue dicho y hecho. Por lo menos en la cafetería Caribe que a media mañana había cubierto el máximo de su aforo, con cliente habituales que desde primera hora de la mañana contaban las horas. «Cuando llegué ya me estaban esperando en la puerta», ríe su propietaria. Sentados en círculo, ocupando todas las mesas dispuestas, varios vecinos recuperaron las tertulias diarias. Con la mascarilla puesta entre sorbo y sorbo. «Es que en los pueblos estos son como centros sociales, aquí la gente viene para salir de casa y poder hablar un rato», señala. Si en San Cibrao pueblo se recuperó este sábado parte de la actividad, en el polígono industrial la cosa era bastante diferente. Los bares permanecían todavía cerrados. «Nosotros esperaremos hasta el lunes. Ahora estamos preparándolo todo», dice el responsable de la cafetería San Cibrao, junto a la gasolinera. Sabe que en fin de semana el movimiento en el polígono es residual. Sin embargo, siguen vendiendo café, pero para llevar. «Ya tenemos ganas de que abran y hacer ese descanso», dice un trabajador, cliente habitual, que este sábado se acercó para ver si podría disfrutar del tentempié dentro.

En la capital ourensana todavía no se puede disfrutar de un aperitivo dentro de los bares
En la capital ourensana todavía no se puede disfrutar de un aperitivo dentro de los bares Santi M. Amil

Mientras en San Cibrao y en Toén disfrutaban del levantamiento de las restricciones, en la capital gobernaba la resignación. Sí se pudieron ver tertulias entre amigos, pero fuera de los bares y casi de extranjis. Y los restaurantes, apostando por la comida para llevar para poder seguir abiertos. «Son dos que pensaba que non ía a abrir este sábado, non tiña nin esperanza e ningunha ilusión tampouco», afirmaba Javier Outumuro, de A Taberna. Con el puente a la vuelta de la esquina, espera que la semana que viene sea clave. «Si é para a semana ata o sábado ou o domingo non poderiamos abrir. Pero con unha ponte polo medio, ó mellor ata o seguinte luns... Haberá que esperar», señala. Esta resignación es casi general en la hostelería de la capital ourensana que esperaba aprovechar el Black Friday y la afluencia de gente en las calles para ir retomando el pulso económico, poco a poco. Es la realidad que diferencia las grandes poblaciones de los concellos pequeños. Ahora ellos cogen ventaja.