«Es la primera vez que trabajo fuera de casa y con mayores. Tengo que ser paciente para poder comunicarme con ellos», dice, tras comprobar que la mayoría le hablan en gallego, aunque va aprendiendo palabras con velocidad. «Me gusta estar aquí porque tengo la oportunidad de hacer de todo. Al principio pensé que no podía, pero ahora ya sí. Desde coordinar actividades con los mayores a ayudar en la cocina y en el comedor. Todos me ayudan», explica Aya.
Aunque se va acostumbrando, la joven afirma que en Egipto no hay tantas personas mayores como en Ourense y destaca las ayudas que reciben de las instituciones. Además, y gracias a esta experiencia, cree que su proyecto vital de juventud, que en principio lo había centrado en niños, lo ampliará a mayores. Estará en Sarreaus hasta noviembre y sobre el futuro, señala que le gustaría acabar sus estudios en Europa, para ser intérprete de francés y español. Ahora, con la llegada del verano, puede trabajar con los niños de Sarreaus, ya que el CDR O Viso también tiene programas de vacaciones para los más pequeños.