Sarreaus reivindica su derecho a la memoria contra el horror

SINDO MARTÍNEZ VERÍN / LA VOZ

SARREAUS

ÁLVARO VAQUERO

El pueblo homenajea a un vecino asesinado por ETA en 1992

18 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el dolor más sosegado, pero con el recuerdo incólume. Las lágrimas volvieron a brotar de los ojos de muchos vecinos de Sarreaus durante el homenaje a Juan Manuel Martínez Gil. El limiano, guardia civil, fue una de las más de 829 vidas segadas por los asesinos de ETA durante cuatro décadas. A él le tocó morir de una manera especialmente cruel, a la salida de un supermercado, sin armas y sin posibilidad alguna de defensa. Resultó acribillado junto a otro compañero en Oiarzún (Guipúzcoa), el lugar donde trabajaba. Tenía solo 22 años. Fue en el mágico verano de 1992, el de las olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla. En aquellos días, la muerte de Juan Manuel hundió al pequeño municipio ?1.313 residentes- en la desolación y la rabia más absolutas.

El tributo de ayer, en el que participó el arzobispo de Belcastro, el limiano José Rodríguez Carballo, que llamó en su homilía a «olvidar el rencor», incluyó la oficialización de la entrega de la medalla de oro del Concello a título póstumo a sus familiares. El mantenimiento de la memoria y la renuncia al olvido con un lema irrenunciable «Sarreaus non esquece», fue el eje esencial de la convocatoria. «Juan Manuel segue formando parte de nós. Sempre terá 22 anos», resumió José Luis Paradela, representante de la juventud local.

El alcalde, Gumersindo Lamas, recordó su figura. «Era garda civil por convicción. Ninguén pode coartar o noso dereito a ter nosos ideais. El é un representante das vítimas do terrorismo», señaló. El padre del agente resumió el sentir de los presentes: «Que non teñamos que xuntarnos nunca máis por feitos semellantes».