Cientos de devotos llenaron ayer la ermita de A Uceira, en el concello de Sandiás, en la romería religiosa más concurrida de la comarca de A Limia
07 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Con devotos llegados en coche o a pie. Desde Xinzo o desde Cartelle. Otrora con niebla, frío o lluvia, ayer con calor sofocante. Sentido fervor religioso por la mañana y al mediodía; pulpo y carne ao caldeiro a primera hora de la tarde. Madrugador recogimiento y vespertina alegría. Igual cada año, pero cada año siempre diferente.
El ciclo religioso de la Semana Santa en la comarca de A Limia volvió a cerrarse en las campas de la ermita de San Bieito da Uceira, en Sandiás, que se vio abarrotada de cientos de fieles al santiño milagreiro, impar sanador tanto de las pieles enfermas como de las almas dolientes. La compra de figuras de cera y su ofrecimiento al patrón son desde hace tiempo una de las tradiciones más sentidas en la Semana de Pasión ourensana.
La bonanza climatológica favoreció una de las liturgias más concurridas que se recuerdan en A Uceira, coronada con la tradicional misa de campaña. El oficiante, Tomás Delgado Gándara, párroco de Xinzo de Limia, puso el acento en la figura del Santo como «modelo de cristiandad» en estos tiempos convulsos, ejemplo vivo del ora et labora, reza y trabaja, resumen del regocijo de vivir y de la responsabilidad del ser humano para con dios.
Los actos en la montaña de A Uceira pusieron el punto y final a unas celebraciones especialmente brillantes en la comarca antelana que se iniciaron hace seis días con la tradicional procesión de las antorchas en Xinzo y que tuvieron su continuidad en la capitalidad comarcal con la presencia de uno de los hombres fuertes del papa Francisco: José Carballo, arzobispo de Belcastro y natural de Lodoselo, en el concello de Sarreaus.