Un acuerdo económico deja a la Fiscalía como única acusación por la muerte de un cazador en Río

m. R. OURENSE / LA VOZ

SAN XOÁN DE RÍO

t. cela

El abogado particular que representaba a la familia y las aseguradoras que cubrían la responsabilidad civil de los acusados llegaron a un pacto para indemnizar con 187.000 euros a la madre y la hija del difunto

22 dic 2022 . Actualizado a las 16:00 h.

La causa penal por la muerte de un cazador en una batida en San Xoán de Río continúa, aunque ya solo con la Fiscalía como acusación. En la segunda jornada de la vista oral que se celebra en el Juzgado de lo Penal 1 de Ourense, la acusación particular y los representantes de las aseguradoras que cubrirían la responsabilidad civil de los encausados (José R. L., presunto autor del disparo accidental que causó la muerte, y Lisardo P. Á., jefe de la batida) llegaron a un acuerdo en lo que respecta a la indemnización.

En medio de la jornada dedicada a declaraciones de testigos, estas partes acordaron el pago de una responsabilidad civil de 187.000 euros, 115.000 para la mujer del fallecido y 72.000, para la hija. La aseguradora Mutuasport abonará 154.500 y Helvetia Seguros, 32.500 euros. Como contrapartida, se retira de la acusación penal el letrado representante de la familia y ya solo solicita pena de cárcel el ministerio público. Los abogados de las aseguradoras terminaron también su papel en el proceso, asegurando que la cuantía acordada se depositará en el juzgado antes de una semana. El fiscal consultó la posibilidad de rebajar la pena —la Fiscalía solicita, inicialmente, dos años de prisión— para sumarse al acuerdo de conformidad, pero finalmente esta parte decidió continuar ejerciendo la acusación para llegar a determinar el grado de gravedad de la imprudencia que, según el acusador público, cometieron los inculpados.

Solventada la cuestión económica para indemnizar a los familiares del difunto, continúa el juicio penal. En la segunda sesión, antes de producirse el acuerdo, fueron cazadores participantes en la batida quienes contaron qué vieron aquel 19 de enero del 2020. Indicaron que la batida no había terminado cuando José González Palmeiro resultó herido de muerte. Uno de los participantes dijo que es responsabilidad de cada cazador llevar la ropa distintiva adecuada y emisora. No se aclaró si el fallecido portaba este aparato de comunicación. Además, dijo, había zonas en las que no se escuchaba bien. Sí oyó que Lisardo decía que iban a buscar a los perros y a abatir a un jabalí herido. Este cazador dijo que ambos acusados tenían experiencia y que lo ocurrido fue «una desgracia, pero no por falta de cuidado». Otro testigo, que participó en la batida como perrero, admitió que él escribió wasaps diciendo que dejaría la caza y que iba a cambiar su versión del accidente en el juzgado, pero no abundó más sobre este asunto. «Nos grupos de caza pomos moitas tonterías», señaló. Escuchó por la emisora que había habido un accidente y llamó al 112.

De esa llamada derivó la llegada del GES. Uno de sus miembros declaró que encontró muy afectado al autor del disparo, que le contó que había tirado a un jabalí herido y el proyectil rebotó. Hubo que pedir ayuda psicológica para él. El otro, que se presentó como instructor de tiro, indicó que, por seguridad, descargó el arma (le pareció un rifle) que estaba al lado del cadáver. Tenía dos proyectiles en el cargador y uno en la recámara. Hoy termina el juicio, con declaraciones de un perito de balística, el forense y los acusados.