Isolina Bergantiños festeja los 106 en la residencia de Río

La Voz O BARCO

SAN XOÁN DE RÍO

CEDIDA

Mantiene el contacto Con su sobrina por videollamada

19 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En un año marcado por la pandemia, cualquier motivo arranca una celebración. Y más si es un cumpleaños. Y todavía más si las velas a soplar en la tarta son 106. Esa es la edad de Isolina Bergantiños, usuaria de la residencia de San Xoán de Río, que gestiona la Fundación San Rosendo.

Isolina no es solo la residente de más edad en el geriátrico, sino que es también la vecina más longeva de Río. Ya lo era en el 2019, cuando el concello decidió celebrar el Día de la Mujer Rural con la mayor, y también con la más pequeña. Isolina compartió protagonismo entonces con la bebé Daniela. Esta vez, era su día en solitario. Isolina sopló las velas de su 106 cumpleaños, acompañada del resto de usuarios y trabajadores del centro. No faltó la música, el ambiente festivo y, por supuesto, una comida especial para un día poco corriente.

Desde San Rosendo apelan al carácter pacífico y amable de Isolina, que siempre se caracterizó por ser una mujer muy coqueta. Nacida en Casares (Castro Caldelas), en el seno de una familia de once hermanos; creció dedicándose a las tareas del hogar y el trabajo del campo. Se casó con un afilador, así que juntos recorrieron España hasta asentarse en Linares (Jaén), donde Isolina tuvo una tienda. Allí pasaron buena parte de su vida.

Una vez jubilados, el matrimonio decidió emprender el camino de vuelta a casa. Se instalaron en Casares hasta que la salud de su marido (ya fallecido) comenzó a resentirse, por lo que se trasladaron a la residencia de Río. Y allí sigue Isolina.

«Ha sido siempre muy activa y laboriosa, disfrutando de actividades como la costura, ganchillo y bolillos. También le apasionaba la lectura, y aunque ahora le falle la vista, le sigue gustando estar pendiente de las noticias», explican desde la residencia.

En contacto con la familia

La centenaria mantiene una relación muy estrecha con sus familiares. La sobrina de Isolina, que actualmente vive en Madrid, se mantiene en contacto con ella diariamente a través de las videollamadas organizadas por el personal del centro. «Aunque no pudo acudir a esta celebración tan especial, no quiso perderse la oportunidad de compartir un emotivo momento con Isolina a través del teléfono», explican desde San Rosendo. Es el recurso más utilizado para estar cerca en tiempos de pandemia.