El retraso en el juicio lleva a que se apliquen las dilaciones indebidas como atenuante y se rebaje la condena
20 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La aplicación de la atenuante de dilaciones indebidas, es decir, retraso injustificado a la hora de tramitar un asunto y llegar a juicio, ha facilitado la conformidad que ayer mostraron tres acusados de tráfico de drogas con la petición realizada por el fiscal. El ministerio público rebajó su petición, que dejó por debajo de dos años de prisión y una aceptación expresa para que se suspenda la ejecución con el fin de que no vayan a la cárcel, salvo que vuelvan a delinquir.
El caso es del 2011. La Guardia Civil inició entonces una investigación al tener noticias sobre el aumento de la venta de drogas en A Limia. Se pincharon varios teléfonos con autorización judicial y a partir de esa información se hicieron dos registros domiciliarios el 19 de septiembre del 2011.
Uno de ellos, en la vivienda que compartían Pilar B. C. y Gregorio G. R. en Vilar de Barrio, donde aparecieron semillas, una báscula, una picadora y veintiséis plantas de marihuana. El otro, en la vivienda de Evaristo R. G. en San Xoán de Río, donde también aparecieron útiles para el cultivo, 67,5 kilos de planta en bruto y catorce kilos de planta seca, cuyo valor, según la tasación oficial, es de 14.500 euros.
Las condenas que los dos primeros aceptaron son de un año y medio de prisión para el acusado, con un año para la mujer y multa de 5.000 euros para cada uno. Para el segundo de los acusados, con más material en su casa, la pena le ha quedado en dos años, con una multa de 28.000 euros, acorde con el valor de la droga incautada.