Una taza capaz de potabilizar el agua o una cámara especial para cultivar en Marte, entre los proyectos presentados a la feria Galiciencia, centrada en el mundo de la aeronáutica y el espacio.
12 may 2023 . Actualizado a las 18:04 h.Este miércoles abrió sus puertas en el Parque Tecnolóxico de Galicia ubicado en el polígono industrial de San Cibrao das Viñas una nueva edición de Galiciencia. A esta cita, la mayor feria científica que se celebra en Galicia, se han presentado este año 106 proyectos: 70 de ellos elaborados por alumnos de Educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional; y 36 ideados por escolares de Primaria. Este evento, que se desarrolla en colaboración con la Consellería de Economía, Industria e Innovación y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, del Ministerio de Ciencia e Innovación, reunirá hasta el viernes a más de 4.800 escolares que participarán en las diferentes actividades programadas en la Tecnópole. Muchas de ellas están vinculadas a la temática elegida este año: el mundo de la aeronáutica y el espacio. Algunos de los proyectos de investigación presentados este año por los alumnos tienen precisamente esa temática como fondo. Hay, por ejemplo, un minisatélite para medir la presión y la temperatura o una cámara diseñada para poder sacar adelante cultivos en una potencial expedición permanente en Marte.
No es la única idea vinculada a la agricultura que se puede ver en esta feria científica. También hay propuestas para desarrollar insecticidas que sean capaces de luchar contra las plagas que el cambio climático harán cada vez más potentes, pero de forma más ecológica y menos contaminante de lo que lo hacen los actuales productos químicos. Además hay iniciativas relacionadas con la biología, la física, el medio ambiente, la comunicación, la música, la robótica y, por supuesto mucha tecnología. Hay desde una mano biónica a un sistema eficiente para enfriar bebidas, un bolígrafo biodegradable, con tinta natural y sin plásticos; un control de dispositivos mediante ondas cerebrales para uso pedagógico; e incluso un plan para ayudar a que las personas con discapacidad visual puedan entender el cielo nocturno.
Dentro de las actividades paralelas organizadas, los más pequeños pueden conocer los distintos inventos ideados por el hombre a lo largo de la historia para conseguir volar y conquistar el espacio; desde los primitivos modelos de Leonardo da Vinci hasta los más avanzados artilugios creados por la NASA, pasando por el autogiro, el globo aerostático, el parapente o el aeroplano y los modernos aviones con capacidad para trasladar a cientos de personas. En este taller pueden conocer además a personajes como Amelia Earhart, la primera mujer aviadora que sobrevoló sola el Atlántico. Otro de los talleres es «Xúpiter nunha botella», en el que los participantes conocen cada uno de los planetas del sistema solar, así como la composición del universo siguiendo a Cecilia Payne-Gaposchkin, la astrónoma angloamericana que descubrió, a principios del siglo XX, que el sol está compuesto por hidrógeno y helio en su mayor parte.