Las obras del enlace de San Cibrao y la A-52 arrancarán en el 2018

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

SAN CIBRAO DAS VIÑAS

Santi M. Amil

El nuevo vial, que los empresarios llevan años demandando, tendrá una longitud de 4,5 kilómetros y se licita por 21 millones

28 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Diez años después de que los Presupuestos de la Xunta comenzasen a asignar cantidades económicas a la construcción del enlace entre el polígono industrial de San Cibrao das Viñas y la autovía A-52, las máquinas comenzarán a trabajar en el proyecto. Así lo ha anunciado la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, quien asegura que antes del verano del 2018 comenzarán las obras de construcción del nuevo vial, que se espera desde el 2008.

Ayer mismo la representante de la Xunta se reunió con los empresarios afectados por esta nueva obra -que hace unos meses crearon una comisión dedicada a controlar el cumplimento de las promesas políticas respecto a este proyecto-, para anunciarles la licitación del proyecto por un importe total de 21 millones de euros. Ethel Vázquez explicó que el pasado jueves el Consello da Xunta autorizó la contratación de la obra, mientras que ayer, miércoles, la plataforma de contratos públicos y el Diario Oficial de la Unión Europea publicaban su licitación. El plazo para la presentación de las ofertas terminará el próximo 16 de febrero.

La titular de Infraestructuras aseguró durante el encuentro que se trata de un proyecto «prioritario e esencial para dotar de novas oportunidades ao Concello de San Cibrao e ao polígono empresarial, así como para a promoción económica e industrial de toda a provincia».

La nueva vía recorrerá los municipios de Taboadela y San Cibrao das Viñas, y tendrá una longitud aproximada de 4,5 kilómetros. Comenzará en el enlace de Gargantós, que conecta la autovía Rías Baixas, A-52, con la que comunica Ourense y Celanova, AG 31, mediante la reordenación de accesos a través de una glorieta. Tras superar el río Benito, el tramo finalizará en la N-525, al sur de actual acceso a la zona industrial, en la que están asentadas más de 300 empresas.

Según la Xunta el trazado escogido es el que «mellor responde á necesidade de compatibilizar a menor afección aos terreos, edificacións e infraestructuras xa existentes, cos requerimentos técnicos propios dunha vía destas características».

Un viaducto

El nuevo vial, cuyos plazos de ejecución no han trascendido de momento, presenta algunas singularidades, como la existencia de dos carriles al que se sumará uno más desde la mitad del trazado, para favorecer la circulación. Además, para salvar el río Benito se construirá un viaducto de más de medio kilómetro, con pilares que tendrán una altura de entre 20 y 54 metros, así como cuatro pasos inferiores que servirán para dar continuidad a las vías locales y caminos de servicios existentes. La conselleira aseguró que, una vez terminado, el enlace reducirá en un 66 % el tiempo de recorrido. El tramo pasará de 11 a 4,5 kilómetros.