La fiscalía valora que el acusado de tener armas de guerra en casa no tenía intensión de usarlas

La Voz OURENSE / LA VOZ

SAN CIBRAO DAS VIÑAS

El imputado se conformó con la petición de cuatro años de cárcel que propuso el ministerio público, en vez de los ocho años solicitados inicialmente

27 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El ourensano Carlos Antonio M. A. tenía en su casa de Maside un arsenal cuando las fuerzas de seguridad accedieron a ella, cuando buscaban pruebas para documentar una trama de elaboración y distribución clandestina de licores, que seguía un juzgado de Vigo. Tenía, entre otras piezas, varios cetme, los fusiles de asalto del ejército español. No tenía intención de usarlos, parte de las armas estaban embaladas y habían sido, según sus explicaciones, propiedad de su padre, a cuya muerte decidió llevárselas a casa. Con tan mala fortuna para él de que las halló la policía. Acusado de un delito de depósito de armas de guerra llegó a la Audiencia. Confesó. Y como consecuencia de ello la fiscalía propuso una rebaja de la condena a cuatro años de prisión, la mitad sobre la inicial petición de condena del fiscal. La defensa se mostró conforme, por lo que la sentencia fijará esa pena con toda probabilidad.

Tenía el acusado trece pistolas, un revólver, munición variada, una granada de mortero vacía por carecer de elementos explosivos, una escopeta semiautomática y los cuatro cetme de dotación del ejército español, aparte de cuatro puñales.

Los policías que se encargaron en su día de la entrada y registro de la casa de Listanco han explicado que las armas estaban repartidas en dos estancias del inmueble, alguna de ellas debajo de la cama. La presencia de la granada había generado alarma y dado lugar a que se desplazaran hasta el lugar especialistas de la policía en desactivación de explosivos.

En las conclusiones definitivas que presentó el ministerio público se resalta que el acusado, tras su detención, «colaboró con las fuerzas actuantes, facilitando cuantos datos le fueron requeridos». Igualmente, «no consta que el acusado tuviera el propósito de destinar a fines ilícitos las armas que le fueron intervenidas».

El acusado permaneció en prisión por estos hechos entre el 5 de noviembre del 2014, a raíz del hallazgo de las armas en el registro, hasta el 31 de agosto del 2015. Reincidente, pues había sido juzgado y condenado por tenencia ilícita de armas por un juzgado de Pontevedra, la fiscalía ha valorado en esta ocasión como atenuante el hecho de que hubiera confesado la infracción a las autoridades.

Este mismo vecino del municipio ourensano de Maside estaba entonces implicado en un procedimiento que seguía un juzgado de Vigo contra una red que distribuía licores. En la misma operación policial relacionada con el orujo y los licores, sin vinculación a las armas, había sido detenido un vecino de San Cibrao das Viñas.

El imputado se conformó con la petición de cuatro años de cárcel en vez de ocho