«Hay gente que aún no sabe que en Ourense hay un parque tecnológico»

Veintitrés años después de la llegada de la primera empresa, el Parque Tecnológico de Galicia acoge a 89 negocios que dan empleo a 1.400 trabajadores. Ricardo Capilla (Brasil, 1963) no estaba cuando se produjo aquella apuesta pionera por un polígono con características hasta entonces desconocidas, pero ocupa el cargo de gerente desde el año 2003 (con una interrupción de cuatro años durante los que fue director xeral de Innovación en la Xunta), así que ha sido testigo directo de una evolución en la que la recesión ha sido la gran protagonista.

-¿En qué momento se encuentra hoy la Tecnópole?

-En el mejor. Esta iniciativa nació en una situación en la que nadie sabía lo que era un parque tecnológico, porque entonces empezaban a crearse. Es como una evolución de un polígono industrial, más tecnológico y con una gran ventaja, que cuando te incorporas empieza una relación con la gestora. En un polígono no te dan servicios como los que damos aquí, y al parque le va bien en la medida que hay empresas. Comparándonos con otros de España estamos muy bien porque no tenemos deudas, no hay riesgo de desaparecer y contamos con el apoyo del gobierno, sea del color que sea. Yo soy ejemplo de ello.

-¿Hay mucha dependencia de los fondos públicos?

-En 2003 estaba fuertemente subvencionado, la relación de ingresos propios frente a las subvenciones era del 15 %. En unos pocos años, conseguimos equipararlo al 50 % y ahora, con un presupuesto de algo más de un millón de euros anuales, hemos llegado a un 60 % de ingresos por 40 % de fondos públicos. Esto es una empresa pública y no tiene mucho sentido que dé beneficios, pero tampoco puede dar pérdidas. Durante muchos años se le devolvió dinero a la Xunta porque no lo necesitaba, permitiendo que otros pudieran usarlo. Ahora estamos en un momento en el que intentamos ser lo más autónomos posibles.

-¿Se están incorporando nuevas empresas?

-Se están incorporando algunas y otras desaparecen, es algo normal. Pero además creo que empezamos a tener un nombre por otras actividades, como las relacionadas con la promoción de la ciencia entre los jóvenes. Tenemos mucho éxito cada vez que nuestros chavales compiten en ferias internacionales de ciencia, es algo increíble. Creo que hemos creado una marca que nos identifica como el centro de la promoción y la difusión de la ciencia, con certámenes como Galiciencia, la formación a profesorado, las clases de robótica o los campamentos de verano.

-¿Alguna vez le han dicho que este parque debería estar en otra provincia?

-Muchas veces, sí, pero yo creo que eso es un error. Lo fácil hubiera sido ponerlo en A Coruña o en Vigo, pero no se hizo. Yo creo que el parque está donde tiene que estar y hay que aplaudir a quien decidiera montarlo en Ourense. Este es el mejor sitio para que funcione y más hoy en día. Con Internet las empresas deben descentralizarse y pueden tener aquí su centro de producción aunque sean de otro lado. Eso aún no se comprende bien, pero irá cambiando con el tiempo.

-Pero, ¿funcionaría mejor si estuviese en otra provincia?

-Yo no creo que esté funcionando mal, ni creo que pudiese funcionar en otros lugares mejor de lo que lo hace aquí.

-Y, en Ourense, ¿está suficientemente valorado?

-Cuando se conoce sí, pero lo que me sorprende es que en Ourense todavía hay gente que no sabe que hay un parque tecnológico. Y también contribuye mucho el hecho de que la señalización para llegar siga todavía siendo un pelín deficiente, ahora gracias al GPS cuando alguien viene de fuera no se pierde, pero ese tipo de cosas son mejorables. Una de las cosas que queremos hacer también es demostrar a la ciudad que el parque es de Ourense, aunque el concello sea San Cibrao. Vamos a identificar entornos en los que podamos promocionar nuestra actividad para que la ciudad se sienta orgullosa de que tiene un parque tecnológico.

ricardo capilla GErente de la tecnópole

«El recinto tiene que aspirar a tener firmas pequeñas, pero apegadas al territorio»

-¿Cómo está la ocupación?

-De la segunda fase del parque está urbanizada la mitad, unos cien mil metros cuadrados, y de ellos no se ha comercializado nada. Ahora tenemos un problema, porque tenemos el suelo más caro que en el polígono, donde está subvencionado, así que estamos adaptándonos a ese nuevo paradigma y explorando alternativas como los derechos de superficie o el alquiler con opción a compra. De todas formas, es cierto que no hay gran interés por comprar suelo en los últimos años.

-Ahora las empresas ya no buscan suelo, sino servicios...

-Sí, esa idea, la de la domiciliación virtual, es interesante porque nos permite tener una fuente de ingresos y menos gastos, y es el camino hacia el que están yendo los parques. Se está huyendo de la ubicación física e intentamos transmitir la virtualidad en servicios.

-¿Qué sectores deberían tener más presencia?

-Pueden ayudar mucho las iniciativas que tienen que ver con la explotación de recursos naturales y la agricultura; empresas de medio ambiente o patrimonio serían interesantes también por la vinculación con la universidad. También están las TIC y no nos podemos olvidar del sector aeronáutico o el de la automoción, ya presentes.

-¿Y cómo se puede atraer a grandes empresas?

-El parque lo que intenta es dotarse de un conjunto de empresas de menor tamaño, apegadas al territorio y menos dependientes de subvenciones. Si una empresa grande se viene es porque alguien le ayuda y, si cierra, eso tiene un impacto tremendo. No solo lo digo por lo que ha pasado aquí con T- Solar, sino también por lo que ha pasado en otros parques. Estamos encantados de tener grandes firmas punteras, pero el parque tiene que aspirar a llenarse e empresas del entorno. Entre esas ha habido pocas bajas.

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