La propiedad de una fuente enfrenta a los vecinos de Anllo en San Amaro

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE / LA VOZ

SAN AMARO

MIGUEL VILLAR

Los actuales dueños de la rectoral entienden que está en sus terrenos

24 abr 2021 . Actualizado a las 21:03 h.

La venta de la casa rectoral de la localidad de Anllo, en el concello de San Amaro, y el terreno colindante conocido como Diestro do cura, por parte del Obispado de Ourense a un particular, ha provocado un conflicto en la aldea. En la parcela adquirida se encuentra una fuente que los vecinos afirman que ha sido usada por el pueblo desde siempre y tras la venta ha quedado detrás de los muros de la rectoral.

La Asociación de Veciños de la parroquia de Santiago de Anllo quiere recuperar este lavadero ya que, afirman, siempre ha sido público. «Cuando se tuvo conocimiento de la venta, un miembro de la asociación se puso en contacto con el ecónomo del Obispado para informarle de que, junto al terreno que habían vendido, hay una fuente y lavadero que tradicionalmente han sido utilizados por los vecinos del pueblo para coger agua y hacer la colada. Aunque hoy en día, al tener agua y lavadora en las casas, ya no se utiliza para estos fines, los habitantes de la zona recuerdan este uso, incluido el alcalde del Concello de San Amaro, oriundo del lugar», explican desde la asociación vecinal.

La titularidad de los terrenos donde está la fuente es confusa. Los vecinos señalan que es un camino público y desde el Concello, su alcalde Rubén Gómez, afirma que no se ha podido corroborar a través del catastro, aunque sí defiende que esa fuente ha sido usada por los vecinos desde hace décadas.

El conflicto saltó el pasado mes de octubre. «El Concello de San Amaro solicitó entonces el registro de las aguas de dicha fuente y lavadero ante la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Esta solicitud pone de manifiesto que el Concello es sabedor del uso público de la fuente; más aún, la limpieza y mantenimiento de la misma siempre se ha venido realizando a cargo del presupuesto municipal y por operarios contratados por el Concello. Como parte del proceso, en enero la Confederación envió a personal técnico a inspeccionar la fuente. Esto motivó una reacción hostil por parte de los compradores, quienes se pusieron en contacto, tanto con la Hidrográfica, como con el Concello, para oponerse al proceso de registro», señala los miembros de la asociación. Fue a partir de esa fecha cuando, afirman, se enteraron de que «alguien acababa de tapiar el acceso a la fuente».

La Asociación puso este hecho en conocimiento del Concello, mediante una denuncia, exigiendo que tomara las medidas necesarias para restablecer el acceso público. Además, solicitaron la declaración de dominio público de la fuente y lavadero, y su inclusión en el Inventario de Bienes Municipales. «Ante la denuncia presentada por la asociación, el alcalde dijo ya saber que la fuente era pública, pero que busca llegar a un acuerdo con los compradores. Queremos manifestar nuestro desconcierto ante esta afirmación pues, por definición, los bienes públicos no pueden ser objeto de venta, ni de ningún otro negocio que implique la pérdida de la titularidad pública de la fuente y lavadero y deje a los vecinos sin la posibilidad de usarlo como hasta ahora», denuncian.

Los vecinos explican que el Obispado se interesó por la inscripción de una nueva representación gráfica del diestro ante el Registro de la Propiedad de Carballiño-Ribadavia que se realizó sobre el plano obrante en el catastro. Los afectados afirman que el resultado es inexacto al compararse con la realidad de la finca.

«El motivo es que dicha representación invade un camino público colindante e ignora por completo la existencia diferenciada de la fuente y lavadero. Se solicitó al alcalde que se opusiera al registro, en respuesta a la notificación que el Registro de la Propiedad le hizo, haciendo constar este hecho y presentando, como prueba, las mediciones que sobre el terreno realizó un técnico contratado por la asociación. No sabemos por qué motivo, pero el alcalde ha decidido declinar sus obligaciones y no informar al Registro de la Propiedad de que se estaban invadiendo bienes públicos».

El alcalde de San Amaro., Rubén Gómez, apela al entendimiento entre las dos partes para evitar mayores conflictos y buscar una solución intermedia. Afirma que los actuales propietarios, que residen en Panamá, estuvieron en un primer momento abiertos a llegar a un acuerdo con los vecinos pero que el conflicto se tensó y en la actualidad ese encuentro es poco viable.

El Obispado, por su parte, no quiere entrar en el conflicto al entender que la propiedad ya no es suya. Si embargo, apuntan que durante el tiempo que la casa rectoral estuvo a la venta nunca se informó a la diócesis de ningún posible problema con la fuente.