Las Tanxugueiras prometen en Riós ser embajadoras del entroido

Fina Ulloa
fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

RIÓS

Aída, Sabela y Olaia volvieron a la tierra de la que tomaron su nombre

20 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Al final las integrantes del grupo Tanxuguerias no pudieron acudir ayer al lugar que les da nombre. La lluvia desaconsejó la excursión a esa zona del concello de Riós, del que Sabela y Olaia Maneiro y Aida Tarrío tomaron el nombre artístico para su grupo tras escucharlo a un amigo de Fumaces. La visita a esa zona del monte, a la que se accede por una pista, estaba prevista como aperitivo de la jornada de homenaje a este trío gallego preparado por la Asociación Cultural da Castaña que cada año organiza el festival Latexos do Rural. El objetivo de la cita es reivindicar el valor de los pueblos y de las gentes que en ellos viven, incidiendo en la importancia de conservar sus tradiciones, su riqueza natural, patrimonial y etnográfica. El festival es, como ha explicado en muchas ocasiones el promotor de esta iniciativa, el actor, director y productor Rubén Riós, una excusa para que el mundo vuelva los ojos hacia ese rural. Y para atraer ese foco, se vale de todas las artes y de muchos artistas que han ido aceptando la invitación de apadrinar un castaño.

El árbol elegido en esta decimosexta edición, y que ya siempre estará ligado a las Tanxugueiras, es de gran envergadura y se inclina sobre el camino del pequeño núcleo de Marcelín cubriéndolo casi por completo con su copa. «Non ten unha postura fácil», reconocía Rubén Riós que matizaba que precisamente por eso se había seleccionado para ellas. «A muller nunca o ten fácil, poñémosllo difícil en moitos ámbitos, tamén no da cultura, e que cheguen tres mulleres como elas a onde elas chegaron non é doado», comentaba. El promotor de esta iniciativa cultural de reivindicación del rural vivía además con especial emoción el apadrinamiento porque el castaño en cuestión pertenecía a su familia. «Se eu algo son é precisamente grazas as raíces de homes e mulleres que me trasladaron os mesmos valores que lles trasladaron a estas tres mulleres», apuntó recordando que él lleva veinte años intentado posicionar esa zona del sureste ourensano en el mapa y ellas lo han conseguido eligiendo ese topónimo.

Aunque ayer no pudieron subir, Olaia, Sabela y Aida ya conocen el lugar que les da nombre. Estuvieron de visita hace siete años y este sábado recordaban aquella experiencia. «A verdade é que é un sitio espectacular e namorámonos de todo: da xente, da festa, do licor café... E dende aquela aínda tivemos máis claro que fixemos ben en escoller ese nome das tanxugueiras», decía una emocionada Sabela.

Ella fue la primera en tomar la palabra durante el homenaje y lo cierto es que ninguna de las tres logró contener las lágrimas. «Non hai palabras para describir o que sentimos. Só temos palabras de agradecemento. Grazas por querernos tanto e por facernos sentir que estamos na casa. Que isto vaia por vós, por nós e por toda esa cultura, para que non desapareza e que tódolos nenos estean orgullosos da súa tradición», dijo al público que abarrotaba el pequeño camino y los prados circundantes de la aldea de Marcelín en la que están esos castaños apadrinados que conforman la Ruta do Talento, versión enxebre del paseo de la fama de Hollywood.

Uno de los momentos más emotivos fue la actuación de niños pequeños del municipio que tocaron la pandereta para ellas. No fueron los únicos. Las integrantes del grupo As Travesas de A Mezquita interpretaron varias piezas. Las Tanxugueiras también se emocionaron con el desfile de máscaras del carnaval tradicional ourensano que acudieron a la cita y que motivaron una promesa del grupo que verbalizó Aida: «Que saibades que estamos a tope con ser embaixadoras del entroido», les dijo. Tras el acto las tres artistas firmaron panderetas y se hicieron multitud de fotos con el púbico asistente antes de dirigirse a probar el sonido al palco donde por la tarde ofrecieron un concierto.