Francisco Veiga Romero: «Me queda una sensación agridulce»

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

RIÓS

Francisco Armando Veiga Romero, alcalde de Riós
Francisco Armando Veiga Romero, alcalde de Riós Agostiño Iglesias

El  alcaide de Riós renunciará a su cargo este sábado

22 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El sábado dejará de ser alcalde de Riós, tras 29 años, y este jueves seguía atendiendo a los vecinos en su despacho. Eso sí, con una nueva frase: «Trasladaré su petición a la futura alcaldesa». Francisco Armando Veiga Romero dará el relevo a su compañera de partido, Eva María Barrio, al frente de la consistorial.

—Faltan pocos días para el relevo. ¿Cómo se siente?

—Estoy contento porque al fin y a cabo es una decisión que tomé yo, mi trabajo esta ahí y se puede ver. Por otro lado triste, porque fueron muchos años. Ahora mismo me queda una sensación agridulce.

—Fue alcalde durante 29 años, aunque antes estuvo en la oposición. ¿Podría resumir su trabajo?

—Es difícil, tenía 27 años cuando entré en el Concello y resumir 29 años es complicado. Cuando empecé, las deficiencias estaban en los servicios básicos, en el saneamiento y el abastecimiento. Se renovaron 34 núcleos de población de los 28 pueblos que hay en el municipio. Llevamos el alumbrado a todos los vecinos. Después de completar lo esencial, recuerdo que la primera obra importante fue el centro de salud y más tarde el edificio multifuncional, donde se prestan muchos servicios, desde la biblioteca al Centro de Información á Muller. Me siento orgulloso de la primera guardería de la comarca y de las viviendas sociales. Luego están las piscinas públicas, el centro de día, el velatorio....

—Como alcalde apostó por el sector de la castaña como revulsivo económico.

—Sabíamos que era el futuro. En aquellos años la gente, las familias, no le daban importancia y nosotros creíamos que la tenía. Durante años hicimos muchas reuniones y formaciones. Recuerdo que a las primeras venían cinco o seis personas y al final llegamos a juntar a doscientas. Fue cuestión de tiempo y paciencia. Creamos una de las primeras ferias de la comarca, la Festa da castaña e do cogumelo. Hicimos el centro de interpretación de la castaña y el agroforestal, una referencia.

—¿Le queda algo pendiente?

—Sí, tengo una espina clavada que es no haber conseguido llevar a cabo el parque empresarial. Conseguimos que se aprobara el plan de sectorialización, pero no había bastante dinero. Lo tendrán que desarrollar los próximos alcaldes.

—En concellos como el suyo, la ayuda de otras administraciones es fundamental.

—Sí, lo más importantes es tener las ideas muy claras de lo que quieres. Llevar proyectos definidos a la Xunta o a la Diputación, porque con el presupuesto que ahora mismo tenemos los concellos resulta imposible llevarlos a cabo.

—¿Cómo deja el concello a su sucesora?

—A nivel de servicios está muy bien dotado y tenemos la suerte de tener todavía entidades bancarias. La A-52 está a un paso y la conexión con el AVE, a diez minutos. Ahora toca desarrollar todo esto y saber sacar provecho.

—¿Le da algún consejo?

—Un alcalde tiene que estar siempre al lado de los vecinos y es fundamental escucharlos.